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jueves, 25 de julio de 2013

LOBEZNO: EL VIEJO LOGAN - MARK MILLAR & STEVE MCNIVEN

 
TÍTULO: Lobezno: El viejo Logan
AUTOR: Mark Millar & Steve McNiven
EDITORIAL: Marvel - Panini
AÑO: 2013
GÉNERO: Cómic

"Una epopeya apocalíptica protagonizada por Lobezno en el mejor estilo de Mad Max que nos lleva varias décadas hacia el futuro. Nadie sabe qué ocurrió la noche en que los héroes cayeron. Sólo que todos desaparecieron y el mal ha triunfado. En el último medio siglo nadie ha visto al hombre simplemente conocido como Logan, pero algo le hará salir de las sombras. Su amigo Ojo de Halcón necesita recorrer miles de kilómetros para poner su familia a salvo. Lobezno se prepara para el viaje de su vida...".

Por una lado tenemos a Lobezno, sin lugar a dudas uno de los personajes más emblemáticos del Universo Marvel, tanto en el cómic como en la gran pantalla. De hecho, acaban de estrenar en el cine "Lobezno Inmortal", protagonizada por Hugh Jackman, que ha sabido interpretar al indómito Lobezno a la perfección.

Por otro lado nos encontramos con Mark Millar. El escocés, a pesar de las controversias que es capaz de generar, es uno de los guionistas más aclamados del momento. Uso y abuso de la violencia, enfoque político-social de las tramas, humor negro y buenas dosis de acción son señas de identidad. Suyas son obras como: "Kick-Ass", "Civil War", "Wanted", "Superman Hijo Rojo" o, el que nos interesa, "Lobezno: El viejo Logan".

Añadamos el trazo de Steve McNiven, que ya había coincidido con el guionista en "Civil War", realista, sobrio y vigoroso, que resulta soberbio para esta oscura historia. Pues bien, la combinación de esos tres elementos, a mi parecer, es perfecta, ya que estamos ante una de las obras cumbres en la biografía de Lobezno.

Han pasado 50 años. Nos encontramos en un futuro con tintes apocalípticos (tiene un cierto regustillo a Mad Max), pero también con aires de western. Los Estados Unidos están gobernados - más bien dominados - por los supervillanos que, tras unir sus fuerzas, han logrado eliminar a la mayoría de superhéroes y, los que sobreviven, lo hacen en la clandestinidad, renegando de su dorado pasado o están en paradero desconocido. Y ¿quién domina el territorio norteamericano con mano de hierro? el pastel se lo han repartido entre Hulk, Cráneo Rojo, Kingpin y el Doctor Muerte, incluso Norman Osborn tiene su pedacito.


Uno de los pocos supervivientes es Lobezno. Recluido y alejado de todo, está de alquiler en una granja californiana con su esposa e hijos, sin molestar, tratando de vivir en paz. Y ¿quién es el "amable" casero? Bruce Banner... como para dejar de pagarle el alquiler, ¿no? Pues Logan no tiene un duro, bueno, un dólar y los Banner aprietan y amenazan. Y la pregunta es, ¿por qué narices Lobezno no les enseña sus garras de adamantium y los pone en su sitio? pues porque el viejo Logan ha prometido no volver a ensuciarse las manos con sangre. La solución pasa por otro superviviente, Ojo de Halcón, que le propone un trabajito: cruzar los Estados Unidos para entregar un misterioso paquete a cambio de un buen puñado de dólares. Así arranca la historia de "Lobezno: El viejo Logan".

El punto de partida ya nos indica que éste es un futuro oscuro, sórdido y bastante retorcido, casi tan retorcido como la lucha interna que enfrenta a Logan contra el peso de una culpa que lo mantiene atormentado... pero esa misma tormenta puede terminar por desatar toda la violencia e instinto animal que, de momento, contiene a Lobezno. Melancolía y crudeza a ritmo de road movie con aroma a western añejo.

Como he dicho antes, la ambientación transpira Mad Max, pero hay otro guiño cinematográfico escondido en sus páginas. El paralelismo entre William Munny, el genial personaje de Clint Eastwood en "Sin Perdón", y el Lobezno de El Viejo Logan, resulta más que evidente. ¡Y mola!


Es una historia entretenida, con gancho, aunque quizá más enfocada a los fans de Lobezno, ya que no encontraremos a un Lobezno desatado y devastador. Quizá para los neófitos en el mundo del cómic sepa a poco y no sea el mejor cómic para introducirse en el mundillo, pero yo anduve mucho tiempo detrás de él y su lectura no me defraudó. Así que nada, espero que lo disfrutéis y más ahora que Panini lo ha sacado al mercado en su edición De Luxe, incluyendo bocetos, portadas y otros extras.

VALORACIÓN: 8'5/10

jueves, 18 de julio de 2013

EL SALMÓN - ANDRÉS CALAMARO

TÍTULO: El Salmón
AUTOR: Andrés Calamaro
AÑO: 2000
ESTILO: Rock n'roll y otros muchos
SELLO: DRO East West






Corría el año 2000. Andrés Calamaro caminaba con paso firme en solitario tras disolver Los Rodríguez. Saboreaba el éxito que le habían reportado los discos "Alta Suciedad" (1997) y el aclamado "Honestidad Brutal" (1999), uno de los mejores discos de rock del momento que, en mi humilde opinión, lo sigue siendo (puedes leer la reseña aquí). Sus canciones eran pasto del pueblo, cantadas, tarareadas y conocidas hasta la saciedad gracias a las emisoras de radio y aprovechaba el tirón que le proporcionaba su fama como ex-Rodríguez.

Tal vez embriagado por esa popularidad, viendo la vida desde la cima y paladeando el dulce sabor del éxito, Calamaro entra o, más bien, permanece en una fase de explosión creativa sin límites. Una auténtica vorágine compositiva, una espiral musical que no parece querer detenerse y que exprime al máximo su talento... tan extrema será esa experiencia músico-vital que conducirá al músico argentino por tortuosos senderos poco recomendables y, cuanto menos, arriesgados incluso para su salud.

Andrés Calamaro desembarca en Madrid ese año 2000, decidido presentar un ambicioso y arriesgado proyecto: "El Salmón". ¿Por qué ambicioso y arriesgado? Bueno, principalmente porque se trata de un disco quíntuple que contiene 103 canciones... seleccionadas de entre las más de 400 que había grabado. Sí, más de 400, así que podéis haceros una idea de la envergadura del proyecto musical y de su complejidad.

Además, el disco contenía todo tipo de estilos. Aunque predomina el rock n'roll, uno puede encontrar tango, bolero, mambo, reggae, blues, pop, baladas, versiones de los Beatles, alguna de Eric Clapton y de Bob Marley e incluso canciones argentinas clásicas de Spinetta... casi nada. Por si todo eso fuera poco, además decide grabar las canciones en un portaestudio de 4 canales y llega a utilizar micrófonos caseros, por lo que la calidad y claridad acústica se resiente en algunos pasajes. Hay momentos en los que uno llega a imaginarse a Calamaro paseando por el piso, recién levantado de la cama, con el portaestudio colgando a su lado y cantando.

Calamaro apostó por dar rienda suelta a su creatividad sin filtro y, podría decirse, perdió el pulso porque "El Salmón" terminó convertido en una rareza, una especie de disco de culto, un experimento que fracasó comercialmente y que le llevó a una sequía creativa que se prolongó durante cuatro años y en la que se llegó a temer tanto por su salud como por el posible fin de su carrera musical. Todo aquel torrente creativo tuvo como centro neurálgico su estudio casero Deep Camboya, en Buenos Aires, rodeado de sus músicos más allegados: Ciro Fogliata, Guillermo Martín, Candy Caramelo, Gruingui Herrera, el Niño Bruno y Coti Sorokin.

Hay de todo, casi parece un disco inhumano tanto para los músicos como para los oyentes. Tan pronto piensas "Joder, qué pedazo de canción!", como es capaz de dejarte perplejo y pensar "En serio ha grabado esto?". Luego, con el tiempo y con varias escuchas, descubres canciones escondidas que se te pasaron por alto, algunas hermosas, otras graciosas y también material con un punto freak.


Para tratar de entender qué supone "El Salmón" os dejo algunos fragmentos de lo que escribió sobre el disco el propio Andrés Calamaro: "... además del método kamikaze de composición frenética, únicamente dedicados a encender el fuego sagrado de la inspiración y la locura... Las jornadas duraban lo inconfesable, y durante periodos importantes alcanzamos, así la pena máxima y la ultraviolencia... Empezamos en la clandestinidad grabando en aparatos preprofesionales, aquellos que cualquiera despreciaría para sus maquetas inclusive... La convivencia resultó en momentos musicales, y poéticos, notables, siempre en cuatro canales, en máquinas grabadoras de plástico que no resistían las horas continuas de uso y abuso... Es cierto que podríamos haber terminado en la cárcel o en el hospital... Me quedo con la compañía de mis más antiguos amigos que se atrevieron a llegar hasta el final del río, a ellos gracias".

10 años después de aquel exceso, en 2011, salió a la venta un disco titulado "Salmonalipsis Now". Se trata de un álbum doble (54 canciones) que recopila los mejores cortes de "El Salmón" y que, además, incorpora algunos temas inéditos... casi como una especie de homenaje conmemorativo de los diez años del mítico disco.

Y ya que se trata de un recopilatorio he pensado que, ya puestos, voy a seleccionar las mías (podréis escucharlas pinchando en sus títulos). Mi best of de "El Salmón" contendría estas 10 -por aquello del dorsal de Maradona- canciones:
- Lorena (mi favorita)
- 100% de nada
- Días distintos
- All U need is pop (con la colaboración de Bunbury)
- El Salmón (vídeo oficial)
- Chocolate
- Me cago en todo
- No te bancaste
- Un barco un poco
- No sé olvidar

¿Cuáles elegirías tú? cuelga tu lista en el apartado de comentarios!

VALORACIÓN: Esta vez no puedo ponerle una nota a un disco como "El Salmón". Es una obra tan colosal, irregular, caótica, brillante, atrevida, genial, sorprendente, bizarra... que podrían pegarle tantas etiquetas como canciones contiene, por lo que resulta difícil de clasificar y, por lo tanto, de cualificar. Lo dejo a gusto del consumidor. Salud!

lunes, 15 de julio de 2013

LA ISLA DEL TESORO - ROBERT LOUIS STEVENSON

TÍTULO: La Isla del Tesoro
AUTOR: Robert Louis Stevenson
EDITORIAL: Edhasa
AÑO: 2005
GÉNERO: Novela de aventuras

"Las aventuras de Jim Hawkins comienzan el día en que un viejo marinero con pata de palo llega a la posada de su padre. Por casualidad, el joven Jim se apodera del mapa de una isla desierta donde se esconde un gran tesoro y, junto con Squire Trelawney y el Doctor Livesey, se embarca en la Hispaniola. Pronto descubrirán que la tripulación está formada por villanos y filibusteros a las órdenes de John Silver, cocinero y pirata, quien también codicia el tesoro...".

Un clásico, publicado por vez primera en 1883, escrito por el escocés Robert Louis Stevenson. Uno de aquellos libros pendientes de leer que, finalmente, me decidí a abrir y que ha supuesto una regresión en el tiempo, una vuelta a la literatura de finales del siglo XIX y un cierto regusto al cine de aventuras del Hollywood clásico que veía cuando era pequeño.

Para muchos es la mejor historia de piratas que se ha escrito nunca y ha sido fuente de inspiración en campos tan dispares como el cine, los cómics e incluso los videojuegos. No en vano, buena parte del imaginario popular asociado a los piratas procede de "La Isla del Tesoro": las patas de palo, los loros sobre el hombro, marineros rudos, islas tropicales con tesoros ocultos, las botellas de ron y, cómo no, mapas con una X marcando el lugar del preciado tesoro enterrado.

"La Isla del Tesoro" arranca con la llegada del viejo lobo de mar Bill Bones a la posada "Almirante Benbow", regentada por los padres de Jim Hawkins. Hospedado allí durante unos cuantos días, se producirá su inesperada muerte y, con ella, arrancará, de manera fortuita la gran aventura del joven Jim al encontrar un mapa de un tesoro escondido en una isla remota. Con la ayuda del doctor Livesey y del aristocrático caballero Telawney, Jim conseguirá una goleta, "La Hispaniola", y una tripulación capacitada para llevar la nave a buen puerto... lo que no sabe aún Jim es que es que esa tripulación, en realidad, es una banda de piratas capitaneada por el malvado Long John Silver y que su único objetivo es apoderarse del tesoro.


Un argumento sencillo de sobras conocido, pero en el que no faltarán la intriga y las aventuras, que nos empapará de olor a salitre y de rumor de olas de mar, que nos permitirá viajar a bordo de un buque de vela acompañados de un buen puñado de piratas que regarán sus gaznates con ron y que nos llevará a conocer lugares extraños, lejanos y exóticos.

Considerado un clásico de la novela juvenil, lo cierto es que "La Isla del Tesoro" no conoce edad y que lo han leído un buen puñado de generaciones. Tanto lo puede leer tu hijo o hija de 13-14 años como tu padre o tu madre de 60 e incluso tu abuelo, porque es un libro recomendable sin importar demasiado qué edad tienes y con el que vas a disfrutar seguro. Y si, además, la edición con la que os hagáis es ilustrada (como en mi caso), pues mejor que mejor.

Hay un montón de personajes, aunque los protagonistas principales son el joven Jim Hawkins y el pirata por excelencia Long John Silver, tan carismático como temible, y su inseparable Capitán Flint... un loro. Todos los personajes tienen la dosis necesaria de fuerza y energía como para tomar forma y convertirse en seres de carne y hueso y todos contribuyen, en mayor o menor medida, al desarrollo de una trama con suficiente intriga y emoción como para engancharte a sus páginas. Al mismo tiempo, casi podremos evocar y contemplar los paisajes gracias a las detalladas y hábiles descripciones del escritor escocés.


Muchos también han querido ver en "La Isla del Tesoro" el viaje iniciático de Jim Hawkins ya que, acompañado de personajes como el propio Silver o el comedido y justo doctor Livesey, el joven se verá obligado a crecer y a madurar. Al fin y al cabo, un paso más en su viaje de la vida. 

El paso de los años queda patente en la manera de escribir, en el lenguaje y el ritmo narrativo que imprime Stevenson, pero aún así, es un libro que sigue aguantando muy bien el paso del tiempo y que se lee en un salto. Estamos ante una de esas novelas atemporales, obra universal de referencia y que sabe y huele a literatura pura, de la de antes. Un libro para disfrutar.

Una única pega... en ocasiones resulta algo predecible.

Robert Louis Stevenson, nacido en Edimburgo en 1850 y prolífico escritor de novelas, ensayos, cuentos o crónicas de viaje, es el padre de otros mitos literarios como "El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde", "Flecha Negra" o los cuentos recopilados en "Las nuevas mil y una noches".

VALORACIÓN: 8/10

viernes, 12 de julio de 2013

PACIFIC RIM - RAMIN DJAWADI

TÍTULO: Pacific Rim
AUTOR: Ramin Djawadi
AÑO: 2013
ESTILO: Banda Sonora Original
SELLO: Water Tower Music






En breve (9 de agosto) Guillermo del Toro estrena su última película, "Pacific Rim", que bien podría ser una mezcla de Transformers con Battleship y Godzilla haciendo un cameo.

Sinopsis de la película: Legiones de criaturas monstruosas emergen misteriosamente del mar en pleno Océano Pacífico. Estas criaturas, llamadas Kaiju, comienzan a devastar zonas de la tierra y la humanidad es consciente de que debe combatirlas o se enfrentará a su extinción. Así se inicia una guerra entre los Kaiju y los Jaegers, unos robots de dimensiones colosales controlados simultáneamente, a través de un puente neuronal, por dos pilotos mediante la conexión de sus mentes. Máquinas de guerra ante implacables monstruos... ¿resistirá la humanidad?

Guillermo del Toro se ha decantado por Ramin Djawadi como autor de la banda sonora de "Pacific Rim" y es que la BSO de la serie "Juego de Tronos" pesa y mucho en esa elección. Además, el el compositor germano-iraní ya tiene experiencia en el cine fantástico y de acción puesto que también es el autor de las partituras de "Iron Man" o "Furia de Titanes".

Una vez más, Djawadi no defrauda, aunque, como en otras ocasiones, tampoco destaca. Después de haber podido escuchar la banda sonora de la tercera temporada de "Juego de Tronos" (puedes leer aquí la reseña) y comprobar que el compositor había crecido, superándose a sí mismo, estaba convencido de que en "Pacific Rim"daría un salto de calidad y se afianzaría, pero no ha sido así.


Ha optado por no complicarse mucho la vida y crear una partitura al uso para una película de ciencia ficción con toneladas de acción: funcional, con ese puntito comercial infalible, potente, con unos coros que le aportan la dosis de intensidad necesaria en determinados pasajes y un tema principal arrollador que sí me parece todo un acierto.

Quizá la presencia de Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine, contribuye a que el temazo que abre el disco, "Pacific Rim", sea apabullante, pegadizo y molón, tanto es así que muchas películas hubieran querido una apertura así de espectacular para su banda sonora. En una entrevista con la revista Rolling Stone, Morello declaró: "Cuando me pidieron que creara unos riffs que sonaran como robots y gritos bajo el agua para el score, estuve de acuerdo desde el principio"


Tom Morello aparece también en los tracks "Jaeger Tech", "Go big or go extinct" y "No pulse".

Por lo demás, Ramin Djawadi fundamenta buena parte de su banda sonora en ese tema principal, que funciona la mar de bien, y aplica una composición que sí transmite esa sensación metálica, marítima y extraterrestre, que seguramente acompañará a la perfección a las escenas de acción y que logra captar esa atmósfera futurista, pero a la que le falta algo de personalidad y que carece de suficiente solidez como para mostrarse homogénea y completa. Así, "Pacific Rim" termina siendo un trabajo irregular, con temas muy interesantes, como "Mako", y poderosos, como puede apreciarse en "We are the Resistance", pero que, al mismo tiempo, contiene cortes que parecen de relleno y convencionales.

En definitiva, una banda sonora que no pasará a la historia, pero que entretiene, que tiene un tema central increíblemente bueno y que no hace más que confirmar a Djawadi como uno de los compositores de moda.

VALORACIÓN: 7'5/10

lunes, 8 de julio de 2013

GIVE TILL IT'S GONE - BEN HARPER

TÍTULO: Give till it's gone
AUTOR: Ben Harper
AÑO: 2011
ESTILO: Rock n' roll - Blues
SELLO: Virgin






Para ser justo debería empezar diciendo que Ben Harper es mi músico de culto, de aquellos para escuchar en la intimidad y que me cuesta compartir por aquello de quererlo sólo para ti, como si fuera un tesoro escondido que no puede enseñarse a cualquiera. Así que mi opinión puede no ser del todo imparcial.

La primera vez que escucho a Ben Harper es 1997, en aquel año el músico de California había publicado "The will to live" y la voz y el sentimiento con el que canta, despiertan mi curiosidad. El disco, no sé si el mejor de Ben Harper o no, pero al que yo le tengo un cariño especial, suena brutal, variado, tan poderosamente eléctrico como intimista y esa voz, casi un instrumento más, resulta magnética.

Desde entonces, he seguido fielmente a Ben Harper y tengo toda su discografía, que arranca en 1994 con "Welcome to he cruel world". Casi 20 años de carrera, una cifra ya respetable, en la que el cantante ha mostrado una polivalencia musical que le ha llevado a pasar por el folk, el rock, el blues, el soul, el rhythm and blues e incluso gospel y, como consecuencia de ese amalgama de estilos, se ha rodeado de diferentes bandas o músicos como The Innocent Criminals, Blind Boys of Alabama, Relentless 7 o del mítico Charlie Musselwhite, entre otros. Esa inquietud y necesidad de buscar, renovar o acercarse a diferentes estilos tiene cierta lógica y coherencia si tenemos en cuenta que por las venas de Ben Harper corre sangre afroamericana, india cherokee y ruso-judía.

"Give till it's gone" es el décimo álbum de estudio de Ben Harper, acompañado por los Relentless 7 (Jason Mozersky, Jesse Ingalls & Jordan Richardson) y, como todos los anteriores, necesita ser escuchado en profundidad porque con cada nueva escucha iremos descubriendo nuevos detalles y matices. A ser posible, ponte los cascos y regálate sus once pistas, con calma.


Su arranque con "Don't give up on me now" es seductor, el medio tiempo, la guitarra suave, una letra a camino entre la pérdida y la esperanza, tan suplicante y desesperada como sólo puede cantarla Ben Harper hasta el punto de erizarte el vello. ¿Y luego qué? luego termina por partirte por la mitad con un desgarradora "I will not be broken", que es sencillamente maravillosa y donde la voz del californiano alcanza tonos que si no logran emocionarte, es porque tu corazón ha dejado de sentir.

Por suerte, un poco más adelante llegará la tormenta, limpiando heridas. Libertad arrolladora y soplo de aire fresco con la atronadora y pegadiza "Rock & roll is Free", un homenaje inspirado en Neil Young en el que predominan las guitarras. El de toda la vida, sí, desatado, eléctrico, ese rock & roll que te empuja y sacude.

Pero si una canción, a mi parecer, está por encima de todas y la pondría en un Top10 de las canciones de Ben Harper es "Pray that our love sees the dawn". Cada vez que la escucho... podéis llamarme sentimental, corderito o lo que se os ocurra, pero me emociona y si cierro los ojos, bueno, simplemente me parece una canción preciosa, hipnótica, de aquellas que no debería terminar nunca.


Como curiosidad, Ringo Starr aparece en el disco, para ser más exacto en dos temas, "Spilling Faith" y "Get there from here".

No es su mejor disco, pero eso siempre es cuestionable y subjetivo. Si buscas por ahí cuál es el mejor disco de Ben Harper, cada uno te dirá uno distinto, con algunos coincidirás y con otros no, pero si yo tengo que mojarme... me quedo con tres: "Fight for your mind", "The will to live" y "White lies for dark times".

En definitiva, si no habéis descubierto todavía a Ben Harper, os animo a hacerlo, porque creo que es uno de los mejores artistas del panorama musical actual y no deberíais perder la ocasión de escuchar sus canciones y conocer su voz.

VALORACIÓN: 8/10

jueves, 4 de julio de 2013

TRILOGÍA LA PRIMERA LEY - JOE ABERCROMBIE

TÍTULO: La Primera Ley
LIBROS: I. La voz de las Espadas
            II. Antes de que los cuelguen
            III. El último argumento de los Reyes
AUTOR: Joe Abercrombie
EDITORIAL: Alianza Editorial. Colección Runas
AÑO: 2007, 2008 y 2009
GÉNERO: Fantasía Épica

"El inquisidor Glokta, convertido en un cínico tullido tras su paso por las cárceles de los enemigos de la Unión, es ahora, a su vez, un eficaz torturador capaz de extraer cualquier información de un criminal o de quién decidan sus superiores...
El capitán Jezal dan Luthar no ha hecho en su vida nada más peligroso que desplumar a sus amigos jugando a las cartas y soñar con la gloria de vencer en el certamen de esgrima. Pero se está fraguando una guerra y en los campos de batalla del Norte la lucha se rige por normas mucho más sangrientas...
Logen Nuevededos, infame bárbaro de pasado sangriento, acaba de perder a sus amigos y está decidido a abandonar sus tierra y dirigirse al Sur, pero los espíritus le advierten que le busca un Mago de los Viejos Tiempos...".

Estos días estoy enfrascado en la lectura de "Los Héroes", la última novela de Joe Abercrombie que sigue ahondando y contando historias de su universo de fantasía épica, el Círculo del Mundo. Debo decir que hay algo en Abercrombie que me encanta y es su capacidad para generar personajes de dudoso pelaje, reputación y con los que no quisieras encontrarte en una calle oscura, pero con los que, al mismo tiempo, acabas por conectar, procurando entender su manera de proceder, terminas por encariñarte y ya eres su amigo del alma.

Eso y su estilo, crudo, directo, visceral, violento, sin tapujos ni censuras que convierten cada detalle, cada situación, cada batalla, cada diálogo o cada pelea en un momento tan real y vívido que termina por salpicarte. Así que estamos ante una literatura que arrojará párrafos no aptos para todos los públicos ni recomendable para estómagos con flojera, pero que, más allá del rojo sangre, es capaz de regalar fragmentos únicos, de indudable calidad narrativa y de una fuerza arrolladora que te empujará a devorar página tras página.

Y como en "Los Héroes" me he vuelto a encontrar con personajes de "La Primera Ley", pues he pensado en dedicarle la entrada de hoy a su trilogía.

"La voz de las Espadas", "Antes de que los cuelguen" y "El último argumento de los Reyes" son los tres libros que forman "La Primera Ley" y suponen el debut literario de Joe Abercrombie. Hay que reconocerle al británico que ha sido valiente porque tiene mérito debutar en un género tan manido como repleto de tópicos, tan mágico y maravilloso como poblado de escasa calidad, tan sumamente influenciado por Tolkien y tan complejo por el nivel de exigencia al que le someterán sus lectores.

Mi primera valoración es que el debut es todo un éxito, por lo menos yo he disfrutado como un enano con esta trilogía. No en vano, Abercrombie forma parte de esa nueva hornada de autores que han ido apareciendo al abrigo de George R.R. Martin y que han dado un soplo de aire fresco al mundo de la fantasía épica, elevando su nivel para permitir el regreso del género al primer plano, explorando nuevos escenarios, aplicando esquemas narrativos diferentes, ampliando las miras y aspiraciones, y aprovechando contextos históricos reales dotados de esa aura mágica. Brandon Sanderson, Andrzej Sapkowski, Steven Erikson o Patrick Rothfuss, entre otros, representan esa savia nueva. Diagnóstico: salud de hierro!


¿Qué destaca de Abercrombie? más que la historia en sí, que también vale la pena y engancha como el pegamento, es cómo decide explicárnosla. Porque, al fin y al cabo, nos vamos a encontrar con los ingredientes típicos de casi toda novela fantástica: bárbaros cabreados y duro como el acero, castillos con reyes y príncipes, una guerra que parece inminente, un huequito para el amor, intrigas y traiciones, su dosis de magia y misterio, caballeros de reluciente armadura y valientes personajes femeninos. Nada nuevo dentro del género y un argumento de corte clásico en una ambientación medieval. Y os preguntaréis, entonces a qué tanto bombo con Abercrombie? podría daros muchas razones, pero básicamente me quedo con sus personajes y el tratamiento que les da. Son el alma mater de la trilogía, su motor y su sustento: ricos, heterogéneos, trabajados en profundidad, intensos, con carga psicológica y la suficiente fuerza como para tener una imagen de ellos muy completa, tanto física como mental.

Y te los crees, sabes que son personajes imaginarios, pero te los llegas a creer, a entender sus razones, a poder justificar sus actos y a verlos como seres humanos que no hacen más que enfrentar y afrontar las diferentes situaciones que se les plantean.

Otro argumento a favor de Abercrombie es su estilo directo, vibrante y sólido. Su lenguaje es sencillo, sí, pero preciso, como si tuviera las ideas muy claras en todo momento. Eso hace que la trilogía resulte amena, fácil de digerir, porque está bien estructurada y sabe por dónde va y hacia dónde se dirige. Además, es cínico, es lúcido, es ingenioso y rápido de reflejos; veremos las cosas tal cual son. Y, aunque esto ya es más personal y va a gustos, su descripción de los combates resulta tan cruda, espectacular y extremadamente detallada que uno tiene la sensación de estar allí metido, apretando los dientes y sudando la gota gorda para salvar el pellejo.

Abercrombie se decanta por un estilo similar al de la magnífica "Canción de Hielo y Fuego" a la hora de narrar los hechos, es decir, veremos el mismo suceso desde diferentes puntos de vista o bien se irá desarrollando la trama desde distintos escenarios, pero siempre al mismo tiempo, lo cual le otorga continuidad y homogeneidad al conjunto. En conclusión, creo que el británico es un excelente narrador, fluido, alegre, dotado de sentido del humor (aunque éste sea bastante oscuro) y con un punto de realismo que consigue convencer porque, no nos engañemos, la Edad Media tenía que oler bastante mal, sus habitantes debían ser personas bastante rudas y, lejos de los palacios, la vida debía ser muy jodida. Y en "La Primera Ley" todo eso se palpa y se huele: la miseria, el hambre, la suciedad, el trapicheo, el miedo, los caminos embarrados y los intentos por sobrevivir.

También resulta curioso que, siendo un libro en el que la violencia y su uso tiene un papel destacado, el escritor plantee el debate sobre su existencia y razón de ser. Los personajes reflexionan sobre la violencia, en su mayoría la rechazan y algunos, incluso, intentan huir de ella y dejar atrás un pasado bañado en sangre, pero terminan haciendo uso de la misma porque, al fin y al cabo, en el mundo y en la época que les ha tocado vivir hay escaso espacio para la razón, el diálogo y la paz.


Finalmente, no me quiero ir sin hacer, nuevamente, mención a los personajes que pueblan sus páginas. Aunque el libro pone sus cimientos en tres figuras principales, lo cierto es que iremos tropezando con nuevos  personajes y ninguno de ellos resultará prescindible, inverosímil ni típicamente tópico. Abercrombie consigue que cada personaje tenga voz y personalidad propia, y eso es de agradecer, sobre todo cuando los diálogos toman el poder.

Costará elegir, cada uno tiene sus preferencias y debilidades y a mí siempre me ha tirado el Norte, los bárbaros honrados, las conversaciones alrededor de un buen fuego, el pelo azotado por el viento, los bosques y la camaradería que existe entre ellos... así que mi favorito resultó Logen Nuevededos, "El Sanguinario". Claro que, no podía ser de otro modo, terminé compartiendo largos ratos con Rudd Tresárboles, El Sabueso, Hosco Harding, Tul Duru e incluso con Dow el Negro.

Pero hay más, claro, muchos más: Bayaz, el primero de los magos, un tipo al que admirarás tanto como ganas tendrás de soltarle una buena hostia por prepotente; Jezal dan Luthar, un aspirante a algo, de sangre noble, cagón y holgazán, pero que terminará por ganarte el pulso y al que estrecharás la mano; dos mujeres de armas tomar como Ferro y Ardee, descaradas y con un par, sí, pero hermosas; y Colem West... este tío debería de haber nacido en el Norte, mola Colem West, mucho.

Claro que entre todos ellos hay una figura, renqueante, tullida, agónica y con un punto repulsivo, pero sin la que nada tendría sentido: Sand dan Glokta, el inquisidor. Nada será igual desde su aparición y estarás deseando que vuelva a aparecer para conocer sus pensamientos, para compartir su visión de la vida, para sonreír con su sarcasmo. Impresionante, de verdad, y si no, ya me lo diréis.

Quizá echéis de menos un resumen o saber de qué va el libro por si vale la pena o no leerlo, pero, sinceramente, no es necesario que os lo cuente, es mejor que lo descubráis vosotr@s mism@s. Yo sólo añadiré que, tras "Canción de Hielo y Fuego", es lo mejor que he tenido ocasión de leer.

De vuelta al barro...

"He combatido en tres campañas. En siete encarnizadas batallas. En innumerables incursiones, escaramuzas y defensas desesperadas, en todo tipo de acciones sangrientas. He combatido en medio de ventiscas, bajo el azote de los vientos en mitad de la noche. No ha habido un solo momento de mi vida en que no estuviera luchando con uno u otro enemigo, con uno u otro amigo. Nunca he conocido nada más. He visto matar a un hombre por una palabra, por una mirada, por cualquier tontería. En cierta ocasión, la mujer de un tipo al que había matado me atacó con un cuchillo y la arrojé a un pozo. Y eso no es ni mucho menos lo peor que he hecho. La vida para mí tenía el mismo valor que una mota de polvo. Menos, seguramente. Luché en diez combates singulares y los gané todos, pero siempre combatí en el bando equivocado y por razones equivocadas. He sido implacable, brutal, cobarde. He apuñalado hombres por la espalda, los he quemado vivos, los he ahogado, los he machacado contra una roca. Los he matado mientras dormían, mientras estaban desarmados, mientras trataban de huir. Yo mismo he huido en más de una ocasión. Me he orinado encima de miedo. He rogado con lágrimas en los ojos que no me mataran. Me han herido gravemente en innumerables ocasiones y he gritado y berreado como un bebé al que su madre retira la teta. Estoy convencido de que el mundo habría sido un lugar más habitable si me hubieran matado hace muchos años, pero no ha sido así y, la verdad, no logro entender porqué. Hay pocos hombres que tengan las manos más manchadas de sangre que yo. De los que yo conozco, ninguno. Mis enemigos me llaman El Sanguinario y tengo mucho. Muchos enemigos y cada vez menos amigos. La sangre sólo trae más sangre. Ahora me sigue a todas partes, como si fuera mi sombra y, al igual que sucede con mis sombra, nunca podré librarme de ella. Además, no sería justo. Me lo he ganado. Me lo merezco. Yo me lo busqué. Es mi condena" (Joe Abercrombie).

VALORACIÓN: 9'5/10

Ir a la reseña de "La Mejor Venganza".

miércoles, 3 de julio de 2013

UN MUNDO SIN FIN - KEN FOLLET

TÍTULO: Un mundo sin fin
AUTOR: Ken Follet
EDITORIAL: Plaza & Janés Editores
AÑO: 2006
GÉNERO: Narrativa histórica


"Dieciséis años después de la publicación de Los Pilares de la Tierra, Ken Follet vuelve al fascinante mundo de Kingsbridge para presentar a sus lectores una magnífica saga marcada por el amor, la guerra y la peste en Un Mundo Sin Fin".


Cuando empiezo algo tengo que acabarlo y así es como, tras releer "Los Pilares de la Tierra", tenía la obligación moral de seguir la saga leyendo "Un mundo sin fin".

La verdad es que de saga no tiene mucho, pues transcurre 200 años después, pero aunque los personajes son distintos sus caracteres son los mismos y así Caris es Aliena, Merthin es Jack y Ralph es William, entre otros. Los buenos son muy buenos y los malos, malísimos.

La diferencia principal radica en que, en esta ocasión, Ken Follet se sitúa en un momento histórico que supondrá el advenimiento de la clase popular frente al yugo feudal que dio lugar al principio del fin, al ocaso de la Edad Media tras la Peste Negra de mediados del siglo XIV.

Kingsbridge y sus personajes se ven envueltos en los avatares de la historia de manera magistral, como siempre, de la mano y pluma del genio galés, entre los contratiempos derivados de la hambruna primero y de una peste negra después que cercenó la población, de la guerra contra los franceses y de los avances técnicos en la agricultura y el comercio, avances que propiciaron el crecimiento de las ciudades, su advenimiento y la liberación del control real, feudal y eclesial, provocando un cambio en las reglas del juego que será crucial para la historia de la humanidad.



Follet -garantía de éxito- de nuevo consigue entremezclar con gran habilidad los sucesos históricos de mediados del siglo XIV con la vida de sus personajes, haciéndonos partícipes de sus triunfos y fracasos, logros y derrotas, amores y odios, pasiones y locuras, ambiciones y temores, en un sinfín de aventuras que les llevarán por sus merecidos derroteros.

Los cuatro personajes principales, Caris, Gwenda, Merthin y Ralph presencian al inicio del libro una pelea en la que un caballero consigue acabar con la vida de sus perseguidores y enterrar el documento causa de su persecución ingresando posteriormente en el monasterio de la ciudad. 

Ya de adultos vivirán su historia particular, Caris tratando de acabar con la exclusividad de la Iglesia y de los hombres en el sector medicinal, poniendo siempre en contrapeso su relación con Merthin y su lucha profesional por el interés general. Merthin tratando de hacer valer su especial don como constructor. Gwenda tratando de conseguir una vida mejor a la que llevó como hija de un ladrón, labriego y esclavo del señor feudal. Y Ralph tratando de recuperar el prestigio que su familia perdió antaño, como conde de Shiring.

Como ya dije en el comentario a Los Pilares de la Tierra no es el Juego de Tronos de George R.R. Martin pero es una muy buena novela. Más acaramelizada, sin tanta sangre, pero con mucha pasión e intriga.

VALORACIÓN: 7'5/10

lunes, 1 de julio de 2013

LA SAGA DE GERALT DE RIVIA IV - ANDRZEJ SAPKOWSKI

TÍTULO: La Saga de Geralt de Rivia
LIBROS: VII. La Dama del Lago 1
            VIII. La Dama del Lago 2
AUTOR: Andrzej Sapkowski
EDITORIAL: Alamut Ediciones
AÑO: 2009 y 2010
GÉNERO: Fantasía Épica

"- De las llamitas, algunas altas y poderosas eran, vivamente brillaban y con claridad, otras por su parte eran pequeñas, vacilantes y temblorosas, y oscurecíase su luz y amortiguábase a trechos. En el mismo final había una llamita pequeña y tan débil que apenas ardía, apenas se removía, ora brillando con gran esfuerzo, ora casi, casi apagándose del todo.
- ¿De quién es ese fueguecillo moribundo? - preguntó el brujo.
- Tuyo - respondió la Muerte".

Y así llegamos al final de la saga del escritor polaco Andrzej Sapkowski. "La Dama del Lago", dividido en dos volúmenes, pondrá fin a las aventuras del brujo Geralt de Rivia y de la valiente Ciri... siempre es un poco triste terminar una saga cuando has compartido con ella horas de lectura en la intimidad, cuando has vibrado con sus páginas, cuando ha logrado emocionarte, cuando ya te has convertido en uno más de los compañeros de Geralt, cuando has sufrido y temido por la vida de Ciri y cuando has deseado poder amar a Yennefer o dejar que el bueno de Jaskier te cante unas canciones al calor de un buen fuego, pero... "Algo termina, algo comienza".

Concluir una saga siempre es complejo y más cuando ésta va sumando libros y en cada libro surgen nuevos personajes que van poblando el amplio universo, dando paso a una obra coral repleta de pequeñas historias que, después de las enormes expectativas generadas, el autor debe ser capaz de reconducir hacia un final que logre satisfacer a su séquito de exigentes lectores. Más aún cuando resulta que empiezas a convertirte en un referente dentro de la fantasía épica. Y qué puede pasar? pues que te salga un final brutal acorde con el nivel elevadísimo que ha mostrado tu pluma o que llegues a un final mediocre que deje esa sensación de "Pues vaya mierda!" cuando leas la palabra FIN.

También, como siempre, los finales van a gusto del consumidor, así que habrá lectores que a día de hoy puedan sentirse decepcionados, otros indiferentes y algunos encantados de la vida con la conclusión que Sapkowski ha querido dar a su "hijo" Geralt. A mi, personalmente, me ha gustado, tal vez esperara algo más (quizá sólo fuera un deseo, el último deseo) y algunos sucesos no han aportado la dosis de originalidad anhelada y hayan sufrido un final, por así decirlo, típico, pero me ha gustado y me declaro fan incondicional del polaco, ante el que me quito el sombrero: bravo Sr. Sapkowski y gracias, mil gracias!

Fiel a su estilo, acostumbrados y familiarizados ya con su literatura más propia del Siglo de Oro, amantes de su exquisito trazo y la riqueza y profundidad de sus diálogos, Sapkowski vuelve a posicionarse como una de las mejores plumas del siglo XXI. Lenguaje muy cuidado y culto mezclado con esa jerga popular, buenas dosis de sentido del humor y sarcasmo, variedad de puntos de vista, raciones de filosofía y ética, agilidad en el ritmo, precisa descripción de un entorno que uno puede llegar a evocar en su cabeza y reflexiones sobre política, xenofobia y la humanidad (miserias y grandezas incluidas), se unen, puntada a puntada, para hilar brillantemente una historia rebosante de capacidad creativa.


Los tres puntales básicos de la historia, Geralt, Ciri y Yennefer, permanecen separados, aunque los tres persigan con insistencia la idea de reencontrarse. Cada uno por su cuenta, cada uno con sus problemas y viviendo su propia historia, siempre rodeados por un círculo de personajes secundarios de lujo, en "La Dama del Lago" se pone de manifiesto la imperiosa necesidad que los tres sienten por volver a verse y estar juntos, sentimiento que no deja lugar a dudas y que anticipa un reencuentro, por otro lado, inevitable.

A Geralt lo encontramos de "vacaciones" en Toussaint, una especie de campiña estival donde todo parece maravilloso (y si no que se lo pregunten a Jaskier) y que bien podría haber sido un relato corto porque su desarrollo, libertad e independencia casi lo convierten en una historia con identidad propia. Ciri pasando apuros y tratando de averiguar y aceptar su destino cautiva en el país de los elfos, donde su ansia de libertad para regresar a su mundo y poder estar con los suyos cabalgará tan fuerte como su fabulosa yegua Kelpa. Y Yennefer, presa y torturada en el Castillo de Stygga por el malvado Vilgefortz, desesperado por averiguar el paradero de Ciri y cumplir la profecía.

Conoceremos tres nuevos personajes, que al principio nos descolocarán un poco y que nos llevarán a preguntarnos qué pintan en toda la saga, pero cuya aparición quedará más que justificada y precisada a medida que avance la historia: Nimue, Condwiramurs y el Rey Pescador. Aparentemente un elemento discordante, pero nada en Sapkowski es casual ni caprichoso y, al fin y al cabo, cada nuevo personaje contribuye a ampliar la visión global del conjunto y seguir agrandando la historia. Ningún personaje es inútil o un mero figurante, siempre terminaremos sabiendo que, a su manera, resulta imprescindible para la conclusión de la saga.

También resulta muy destacable el episodio de la Batalla de Brenna, de tratamiento magistral. Una batalla en toda regla entre el Imperio de Nilfgaard y el Norte, de ritmo atronador e impecable, que te dejará sin aliento en una sucesión estratégica de movimientos de ataque y defensa narrados con una precisión táctica digna de militares. La descripción de los combates, de las armas, de los pertrechos, cómo estaremos viviendo y viendo la guerra desde la óptica de un cirujano de campo, un general, un simple mensajero o un valeroso mercenario enano... impresionante. Como impresionante resultará el vertiginoso y trepidante desenlace en el Castillo de Stygga, donde volveremos a gozar con el instinto de un Geralt despojado de todo código ético y dispuesto a derramar hasta la última gota de sangre por proteger a su familia. Su acero nos hará danzar a un ritmo frenético.

En definitiva, un nuevo episodio rebosante de imaginación, donde la fantasía permite reflexionar sobre la realidad y en el que Sapkowski cierra todos los frentes abiertos con coherencia, sin dejar cabos sueltos, demostrando que la historia ha sido consecuente con ella misma y en la que los personajes terminarán siendo absorbidos y arrastrados por los acontecimientos históricos.


Sapkowski ha logrado renovar un género muy trillado y repleto de tópicos en el que la sombra de Tolkien puede resultar muy alargada. Su maestría en el uso del lenguaje, el estilo personal tan característico, las muestras de folklore y leyendas de la Europa Central y del Este, ese toque quijotesco y la agradecida presencia de un sentido del humor tan negro como fresco, permiten asegurar que estamos ante una de las obras de referencia de la literatura fantástica.

Toda la oscuridad y crueldad que arroja la novela a lo largo de sus siete volúmenes, la estupidez de la guerra, el racismo, el fanatismo, las traiciones, la corrupción del sistema, la política a espaldas del pueblo, la ignorancia y el hambre... todos esos fantasmas son combatidos por unos personajes entrañables e inolvidable que Sapkowski ha sido capaz de dar a luz y que aportarán la necesaria ración de esperanza para salir victoriosos ante semejante panorama devastador y devastado. Estamos ante una historia de impresionante grandeza.

Sí, tal vez nos hubiera gustado otro final o que, por lo menos, fuera más extenso en determinados aspectos. Sí, tal vez nos hemos quedado con ganas de saber algo más de personajes como Regis, Bonhart, Yarpen Zirgrin o Vilgefortz. Y sí, tal vez algunas cosas terminen siendo previsibles, pero... siempre podremos agradecer a Sapkowski su excelente saga y que nos haya permitido conocer a Geralt de Rivia, sobre el que seguirá cantando el encantador Jaskier hasta convertirlo en leyenda.

Por último y antes de cerrar mi análisis sobre la saga de Geralt de Rivia, me parece que no hacer mención a la ingente tarea de traducción sería injusto. El trabajo llevado a cabo por José María Faraldo y Fernando Otero Macías resulta excepcional en vista a la cantidad de recursos lingüísticos que utiliza Andrzej Sapkowski. Desde aquí mis más sinceras felicitaciones a ambos.

VALORACIÓN: 9/10

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