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viernes, 22 de noviembre de 2019

BERSERKER - AMON AMARTH

TÍTULO: Berserker
AUTOR: Amon Amarth
AÑO: 2019
ESTILO: Death Metal
SELLO: Metal Blade Records

"Se lanzaban a la batalla sin más protección que su piel o cubiertos por pellejos de animales, sedientos de sangre y cegados por una furia implacable, bajo los efectos de algún potente alucinógeno. Guerreros que aullaban, saqueaban y mataban indiscriminadamente a todo lo que se pusiera por delante, ya fueran enemigos o sus propios compañeros. Esta élite de guerreros vikingos, considerada insensible al dolor y capaz de realizar proezas sobrehumanas, ha pasado a la historia bajo el nombre de los Berserker...".

Indudablemente, Amon Amarth se ha convertido en un fenómeno mucho más allá de lo que ellos mismos se podían esperar cuando decidieron ponerse a tocar en el año 1988 bajo el nombre de Scum. Han transcurrido 31 años desde que comenzaron y 21 años si empezamos a contar su historia desde la publicación de "Once sent from the Golden Hall" (1998), ya con el nombre actual del grupo. Así que aunque el death metal no es un estilo que agrade a todo el mundo, Amon Amarth ha logrado reunir una enorme legión de fans alrededor del mundo gracias a la constancia, a la calidad de sus discos, a su entrega y a un enérgico y poderoso directo. Los suecos son, desde hace algunos años, auténticos protagonistas de la escena metálica actual.

Este 2019 publicaban "Berserker", persistiendo en la línea vikinga de su anterior trabajo ("Jomsviking") y siempre próximo a la temática mitológica con los omnipresentes Odín, Thor, Loki y demás dioses del panteón nórdico, sello inconfundible de Amon Amarth


Evidentemente, después de diez trabajos de estudio y muchos kilómetros de gira, a veces pasa que un nuevo trabajo no aporta demasiado a tu dilatada carrera. Pues bien, eso es un poco lo que sucede con "Berserker". Lo escuchas y piensas: estos tíos saben lo que hacen, Johan Hegg es el alma máter y sigue abrumando con su voz, los riffs de guitarra conservan ese toque épico, la producción está muy cuidada, dominan a la perfección la ambientación y saben cómo transportarte al frío norte... pero cuando termina la escucha, no hay ninguna canción que pondrías directamente en el top ten de Amon Amarth, no has oído nada que no hayas oído antes y te queda la sensación de que han bajado un peldaño respecto a "Jomsviking" y quedan muy por detrás de discos como "Surtur Rising" o "Deceiver of the Gods".


Y ojo, que "Berserker" tiene buenos temas como "Fafner's Gold", "Shield Wall" o "Skoll and Hati"; así, nos vamos a encontrar un disco perfectamente ejecutado, de cuidadísima producción y que funcionará en su nueva gira con total seguridad... y quizá sea eso lo criticable, que parece un disco elaborado o pensado más para que las canciones deriven en himnos fácilmente coreables, con guitarreos sencillos de recordar y con una puesta en escena que hará las delicias de sus hordas de fans. ¿Quiere eso decir que se está estancando Amon Amarth? bueno, quizás sea pronto para afirmar algo así. Sigue siendo indiscutible su sólida trayectoria, el carisma de Johan Hegg, la profesionalidad de la banda, sus riffs marca de la casa y ese doble bombo atronador. Seguimos ante una banda poderosa, como dije al principio, que vive un momento dulce desde hace unos años y que se ha ganado el respeto del público y de la crítica, pero eso no puede servir de excusa. Podemos decir, sin equivocarnos demasiado, que "Berserker" tiene más de melódico que de death metal y que, salvo por la voz gutural de Hegg, podríamos hablar en ocasiones de un disco más próximo al power metal. Parece que Amon Amarth ha metido en una batidora unos guitarreos molones, una batería forjada por Brok, unas letras pegadizas, unos gramos de fantasía épica, un toque de mitología y la testosterona vikinga y ha parido "Berserker" sin demasiado esfuerzo. 


Y oye, cuando alguien es bueno, cuando alguien te ha ofrecido material de primera, cuando alguien ha irrumpido con tal fuerza, cuando alguien tiene un directo tan brutal como ellos... creo que se les puede exigir más. En definitiva, "Berserker" es un disco más en la carrera de Amon Amarth, que seguirá encantando a sus incondicionales, que agitará unas cuantas cabelleras y que les proporcionará una gira exitosa. Es un trabajo de buena factura que contiene dos o tres temas cañeros, pero espero - por Odín! - que los suecos se superen a sí mismos en su próximo disco.

Os dejo con el videoclip oficial de "Raven's Flight", espero que os guste y nos vemos en el Valhalla!


"Fear not death for the hour of your doom is set and none may escape it"
Völsunga Saga

VALORACIÓN: 7/10

jueves, 14 de noviembre de 2019

MUERTE AL ZAR - FABIEN NURY & THIERRY ROBIN

TÍTULO: Muerte al Zar
AUTOR: Fabien Nury & Thierry Robin
EDITORIAL: Norma Editorial
AÑO: 2017
GÉNERO: Cómic

"Moscú, 17 de septiembre de 1904. Sobre el atrio del palacio del gobernador general, una multitud enfurecida por la miseria y el hambre blande bastones, piedras y verduras podridas. Desde el balcón, el gobernador Sergei Alexandrovitch deja caer su pañuelo... ¿gesto premeditado o accidente involuntario? Poco importa: es la señal. Los soldados se abalanzan sobre la multitud descargando sus armas contra los manifestantes. En un contexto político extremadamente revuelto, donde el pueblo se organiza para lucha contra el régimen autocrático, este episodio firma la sentencia de muerte del Gran Duque".

No es la primera aproximación de Fabien Nury a la historia de Rusia, antes dedicó un álbum a Iosif Vissarionovich Dzhugashvili (más conocido como Stalin), así que podemos afirmar que el guionista francés se mueve bastante bien en territorio ruso. También, como ya sucediera en "La muerte de Stalin", el trabajo a los lápices corre a cargo de Thierry Robin, por lo que parece que el tándem Nury-Robin se encuentra muy cómodo trabajando como equipo en este contexto.

Nury, como ya hiciera en "La muerte de Stalin", decide centrarse en otro episodio capital de la convulsa historia rusa de la primera mitad del siglo XX. En "Muerte al Zar" nos sitúa años antes de la Revolución Rusa, concretamente en el año 1904: la guerra ruso-japonesa está desgastando al país, los judíos han sido expulsados, los disturbios civiles se propagan, el Partido Social-Revolucionario va ganando adeptos y el pueblo está hastiado y hambriento. En el extremo contrario, nos encontramos con la pompa de los zares, encabezados por Nicolás II, y una nobleza rusa que vive muy alejada de la realidad y de las necesidades del pueblo. En esa tesitura y en un Moscú enrarecido, el Gran Duque Sergei Alexandrovitch será el encargado de poner orden como gobernador general de la ciudad.


Para que no perdamos detalle, Nury decide apostar por explicarnos la historia desde dos puntos de vista; lógicamente el del principal afectado, el Gran Duque, pero también podremos ver cómo los anarquistas llevan a cabo sus preparativos para el atentado. Siempre es interesante poder contar con puntos de vista polarizados y el guionista francés ha decidido separarlos "físicamente", es decir, ha dedicado un tomo a cada uno (la edición integral de Norma contiene los dos álbumes originales). Aunque así evita que haya posibles confusiones y que podamos centrarnos en un solo protagonista, en mi opinión no permite comparar lo que va sucediendo al mismo tiempo en uno y otro bando, y tampoco ayuda a que podamos ver cómo el Gran Duque y los anarquistas (capitaneados por el frío y metódico Georgi) sobrellevan una tensión que va in crescendo o a que asistamos a una misma escena desde posiciones distintas. De todos modos, se trata de un pero menor que no resulta determinante para valorar la calidad de la obra.

Incluso para los novatos en la historia de Rusia, este es un cómic sencillo de abordar. No vas a perderte en nombres, dinastías, fechas y lugares, no te estallará la cabeza porque no te quepan más datos históricos, al contrario, porque vas a encontrarte con una historia escrita mil veces antes y que se escribirá mil veces más: la lucha por el poder y la opresión de un pueblo ninguneado. Cambia el año, cambia el siglo, cambia el lugar y cambian los uniformes, pero es una historia demasiadas veces repetida. ¿Es por ello menos original "Muerte al Zar"? pues no y ahí es donde Fabien Nury demuestra su maestría y deja claro porqué es uno de los autores europeos más aclamados del momento.


La historia tiene ritmo y avanza a medida que asistimos al desasosiego del gobernador general de Moscú o vemos cómo los preparativos para el atentado anarquista tropiezan con algunos obstáculos. En "Muerte el Zar" asistiremos a la desazón del Gran Duque Alexandrovitch y al conflicto interior que le provocan las necesidades de un pueblo del que espera recuperar el favor; lo veremos casi arrastrarse por no perder su posición dentro de la nobleza; también seremos testigos de cómo el aparato político y gubernamental lo va considerando un peón prescindible; comprobaremos cómo las clases sociales más desfavorecidas están dispuestas a desafiar al poder imperante casi a cualquier precio y cómo los anarquistas también utilizan a su antojo a sus propios peones.

Respecto al trabajo de Thierry Robin, tal y como sucediera en "La muerte de Stalin", va muy de la mano del guión, logrando transmitir todas las emociones y sufrimiento del Gran Duque gracias a sus miradas y las expresiones faciales, al mismo tiempo que retrata la frialdad de Georgi, siempre con gesto desafiante. Si no has visto nunca las viñetas de Robin, puede sorprender su trazo cuando dibuja los cuerpos o las facciones de algunos personajes. A mí me sucedió, porque a veces los "animaliza" para darles un aspecto más malvado, siniestro o grotesco y porque las proporciones no siempre son las normales, pero es un característica que termina funcionando. Su trabajo es más ortodoxo respecto a los escenarios, ofreciendo unos paisajes, edificios y calles ricas en detalles, que nos permite ver, por ejemplo, la brutal contraposición entre el fasto de los palacios y la miseria de las callejuelas. También es destacable el uso de las sombras.


En definitiva, "Muerte al Zar" es un cómic muy interesante con tintes claramente históricos, pero aderezado por las concesiones a la ficción en aras del entretenimiento.

VALORACIÓN: 7'5/10