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martes, 29 de marzo de 2022

SERVIDOR DE OTROS DIOSES

Tenía la inquietante sensación de que la interminable gruta se estrechaba a cada paso que dábamos. Llevábamos una eternidad descendiendo, cada vez más y más profundo, como si quisiéramos alcanzar el centro de la Tierra. El sudor resbalaba por mi nariz, dejando caer gotas sobre el cañón de mi escopeta del 12. Caminábamos alerta y en silencio, escuchando solamente las pisadas de nuestras botas sobre un suelo cubierto de arena y piedras.

Y, por fin, después de muchos metros recorridos por las entrañas de aquella caverna, divisamos un fulgor titilante que iba ganando intensidad conforme avanzábamos. Probablemente sería alguna hoguera o antorchas clavadas en las toscas paredes de piedra, pero, a medida que nos acercábamos, algo más se sumó a la luz: empezamos a oír una especie de música siniestra. Sí, podía escucharse claramente la macabra melodía de lo que parecía ser una flauta demoníaca.

Avanzamos con sigilo hasta la abertura, sin duda estábamos llegando a nuestro destino, pero creo que ninguno estaba preparado para encontrarse con aquello.

Lo que vimos fue horroroso, pero entonces recordé que no era la primera vez que presenciaba cómo algunos hombres y mujeres se dejaban arrastrar por la locura hasta límites insospechados. Unas cincuenta personas danzaban desnudas de manera grotesca, como poseídas, aullando alrededor de una gran hoguera y justo en el corazón de aquel fuego verduzco, se erigía un altar descomunal oscurecido por el humo. Aunque, lo peor de todo estaba situado sobre él.

Un grupo de niños, colocados en círculo, yacía encima del altar con ojos asustados y en el centro de aquel círculo se contorsionaba una extraña criatura. Aquel ser amorfo y tentacular era el compositor y artífice de la abominable sinfonía que estaba llegando a su éxtasis, mezclándose con los llantos de las criaturas y los coros enloquecidos de los adoradores.

Era ahora o nunca...

martes, 22 de marzo de 2022

PROFUNDOS

Aquella noche nos disponíamos a acabar con la maldición que pesaba sobre la infame localidad de Innsmouth, famosa por las pérdidas de ganado de los granjeros de los alrededores y por las extrañas desapariciones de caminantes solitarios en mitad de la noche. En medio de un silencio antinatural que se mezclaba con el brillo mortecino de la Luna, navegábamos por un mar embravecido que parecía extender sus olas como tentáculos sobre el decrépito puerto de Innsmouth. Hacia allí nos dirigíamos, en una barca de mala muerte, hacia la boca de Dagon, el abyecto dios primigenio del agua.

No, no nos habíamos vuelto locos, éramos la avanzadilla de un plan de ataque más elaborado. Por así decirlo, nos había tocado ejercer de cebo, ser la carne fresca que debía llamar la atención y desviar los ojos del auténtico desembarco que se produciría desde la Isla de Plum. El gobierno, que contaría con el apoyo de la Guardia Nacional de Massachusetts, había decidido bautizar a la operación policial como "La sombra sobre Innsmouth". 

A escasos metros de la orilla, mientras seguíamos remando sobre un agua negra y oleosa, comprobamos que el muelle estaba extrañamente desierto. Un persistente olor a pescado descompuesto nos golpeó de repente, infectando e impregnando con su fétido aroma el aire que se respiraba en aquel maldito pueblo. Estábamos a escasos metros del amarre cuando el bote empezó a balancearse peligrosamente y, en una súbita sacudida, dos compañeros cayeron por la borda. Los demás mantuvimos el equilibrio como pudimos y echamos mano de las escopetas… sabíamos que no tardarían demasiado en venir a por nosotros.

Y entonces, la maldición de la marca de Innsmouth emergió sin más: sus ojos desorbitados e inexpresivos, sus manos palmípedas, sus branquias palpitantes y aquella piel resplandeciente y resbaladiza. Los Profundos croaron hambrientos para recibirnos y nosotros respondimos a su cordialidad con el hermoso tronar de los cartuchos del 12.

lunes, 14 de marzo de 2022

RETOÑOS OSCUROS

La Universidad de Miskatonic nos había enviado de misión secreta a los bosques próximos a la zona de Chinkultic, en México, donde mucho tiempo atrás había vivido la antigua civilización Maya. Nos habíamos infiltrado en una expedición arqueológica española que buscaba vestigios de aquella cultura. Alguno de nosotros se había hecho pasar por antropólogo, aunque la mayoría estábamos allí en calidad de mano de obra para mover piedras, cavar o trasladar cajas de material. Al fin y al cabo, nadie debía saber que nuestra participación en aquella expedición respondía a la más que probable presencia de grupos sectarios y otros fanáticos adoradores que estaban celebrando rituales de culto a Shub-Niggurath.

Era un bosque de encinas y pinos denso y húmedo, tan tupido que la oscuridad era casi asfixiante. Llevábamos tres días vagando por aquella espesura sin dar con la localización de las ruinas mayas de Chinkultic, perdidos ente la exuberante vegetación y asediados por los insectos. Aquel era un bosque colosal y virgen y su savia primigenia parecía palpitar en las profundas y antiguas raíces insuflándole vida propia.

Durante el día avanzar resultaba agotador, pero apenas encontrábamos descanso cuando caía el sol ya que, por las noches, las pesadillas habían asolado el sueño de varios miembros de la expedición que empezaban a decir que aquel bosque estaba encantado y maldito. Sinceramente, no sé si lo estaba o no, pero sí sé que, durante la tercera noche, el bosque cobró vida y empezó a moverse sembrando el caos y el pánico, aunque lo que se movía no eran los árboles, ¡eran los hambrientos retoños oscuros de Shub-Niggurath!

Sus largos y viscosos tentáculos, aquellas ominosas pezuñas que aplastaban todo a su paso y las bocas, abiertas y supurantes, repartidas por aquel cuerpo oscuro como el petróleo que apestaba a muerte. El infierno acababa de abrirse en aquel bosque demencial…

viernes, 4 de marzo de 2022

THE BATMAN - MICHAEL GIACCHINO

TÍTULO: The Batman
AUTOR: Michael Giacchino
AÑO: 2022
ESTILO: Banda Sonora Original
SELLO: Water Tower Music

"En el segundo año de su lucha contra el crimen, Batman investiga la corrupción que recorre Gotham City y cómo esta conduce hasta su propia familia, mientras se enfrenta a un asesino conocido como Enigma".

Batman, uno de los grandes iconos de la industria del cómic y, sin duda, el enmascarado más famoso de DC Comics. Batman, posiblemente el personaje más atormentado creado jamás, en permanente conflicto consigo mismo y rebosante de dilemas morales. Batman, probablemente unos de los personajes que más veces se haya llevado al cine y que más ha visto evolucionar su figura, desde los tiempos de Tim Burton hasta esta última interpretación de Matt Reeves, sin olvidar, por supuesto, la obra maestra que firmó Christopher Nolan. Batman -creado en el año 1939 por Bob Kane & Bill Finger- ha logrado llegar al año 2022 en plena forma y tratando de demostrar que aún hay historias interesantes que contar sobre él.


Parecía que después de la monumental trilogía de Nolan no quedaba nada más que decir y que el guardián de Gotham había tocado techo. Disociar la imagen de Christian Bale, imaginar a otro bajo la capucha, era complicado, pero primero Ben Affleck y ahora Robert Pattinson, han logrado que la leyenda de Batman renazca una vez más. Algo similar sucedía con la música que acompañaba a Batman, estrechamente vinculada a la omnipresente figura de Hans Zimmer. El alemán había compuesto la banda sonora de "Batman Begins", "The Dark Knight" (ambas junto a James Newton Howard) y "The Dark Knight Rises" y, además, también era autor del soundtrack de "Batman vs Superman: Dawn of Justice" (esta vez en colaboración con Junkie XL). Aunque, para qué negarlo, algunos le seguíamos teniendo mucho cariño a la partitura de Danny Elfman para el "Batman" de 1989. Y de eso precisamente voy a hablaros, de la banda sonora de "The Batman".

¿Está el "The Batman" de Michael Giacchino a la altura de sus predecesores? Bueno, experiencia no le falta y ya ha transitado el universo de los superhéroes con buenas partituras como las que acompañan a la última y exitosa saga de Spiderman o la de "Doctor Strange". Además, conviene destacar su buen hacer en la trilogía de "El Planeta de los Simios", en el relanzamiento de los entrañables dinosaurios de Spielberg con "Jurassic World" o en "Rogue One: a Star Wars story", sin olvidar que posee auténticas joyas como "Up", "Ratatouille" o "Star Trek". Queda claro, pues, que estamos ante un gran compositor, acostumbrado a superproducciones y con una trayectoria más que sólida.


El resultado es, en mi opinión, excelente; "The Batman" es oscura, angustiosa, con escasos momentos de respiro, con un punto cercano al terror, algunos pasajes rayando el desquicie y muy pocas concesiones para lo hermoso. El tema de apertura es toda una declaración de intenciones, contiene todos los matices que vamos a encontrar a lo largo de casi dos horas de banda sonora. Da la sensación de que Giacchino, prácticamente, compone basándose en la abrumada mente de Bruce Wayne-Batman y sus constantes disyuntivas, apenas ofrece descanso y cuando, por fin, llegan unas notas más tranquilas y hermosas... te libera un instante para que puedas volver a coger aire, pero dura poco: el ambiente opresivo de Gotham volverá a apoderarse de todo.

Tal vez no sea una composición para ser escuchada sin la película, no es tan disfrutable como otras piezas de Michael Giacchino, pero es una partitura perfecta para "The Batman". Acompañarlo por los bajos fondos de Gotham City, descubrir la corrupción que pudre la ciudad, conocer a los personajes siniestros que manejan los hilos del poder y no poder quitarte de encima esa pegajosa e inevitable sensación de que no puedes confiar en nadie; todas y cada una de esas percepciones angustiosas quedan muy bien recogidas en la música de Giacchino.


No es una partitura poderosa y épica como la de Zimmer, aunque de vez en cuando flirtee con las percusiones, y tampoco es una composición pletórica y gótica como era la de Elfman, pero Giacchino ha logrado imprimirle su propia personalidad, generando una nueva sonoridad para el personaje. "The Batman" es variada en una instrumentación en la que caben hasta las campanas, el protagonismo irá saltando de los instrumentos de cuerda a los de viento, aunque, para mí, es fundamental la presencia del piano. No abusa de los coros, casi siempre en un inquietante segundo plano, y salvo por algún pasaje frenético en el que pisa el acelerador, es una partitura que avanza lentamente, que no te suelta nunca y que posee una encanto hipnótico.


En definitiva, "The Batman" es una buena película del Caballero Oscuro de Gotham con una composición a la altura del mítico personaje.

VALORACIÓN: 8/10

miércoles, 2 de marzo de 2022

PROTO-SHOGGOTH

El Arkham Sanitarium, una institución médica de reputación más que cuestionable, no era un lugar recomendable ni para los enfermos que allí descansaban y que, teóricamente, eran tratados de sus dolencias mentales. Una vez cruzabas la puerta de entrada, dejando atrás su imponente fachada, te encontrabas con un demencial laberinto de siniestros pasillos por los que resonaban, constantemente, gritos y extraños ruidos.

Nos había llamado la dirección del centro porque los pacientes del sótano 4 llevaban una semana sin parar de aullar desesperadamente en sus celdas y el personal médico estaba empezando a perder el control de la situación. Algunos de los enfermos habían aparecido muertos, completamente destrozados, y los celadores ya no sabían qué hacer.

Si bien no solía darse mucho crédito a lo que decían los pacientes del sanatorio, lo cierto es que estos llevaban varios días afirmando que una especie de extraño ser elástico, que parecía cambiar de forma y agitarse, mostrando la carne y los músculos sin ningún tipo de piel o tejido que los recubriera, merodeaba por los rincones del manicomio. Los médicos habían tratando de calmarlos, pero ni los sedantes ni las terapias lograban sosegar a esas pobres almas condenadas a la locura; estaban convencidos de que la aterradora criatura era responsable de las recientes muertes... pero ¿quién iba a creerse el relato de unos enfermos mentales?

Para acabar de darle un toque macabro al, ya de por sí, enfermizo ambiente, aquella noche llovía a mares en Arkham y la electricidad fallaba en el maldito edificio; la luz iba y venía y algunos de los viejos fluorescentes no dejaba de parpadear. Nunca mejor dicho, todo aquello era una locura.

Un celador nos condujo hasta las escaleras, unas escaleras que parecían adentrarse en una oscuridad impenetrable que no auguraba nada bueno. De fondo, sumergido en un denso silencio, se escuchaba, de vez en cuando, un sollozo melancólico, el leve entrechocar metálico de las hebillas de las correas de las camisas de fuerza e incluso el corretear de pequeños roedores. Todas las señales me estaban indicando que lo más prudente era dar media vuelta y salir del Arkham Sanitarium, pero, a pesar de todo, acompañado por Marsh, Randers y Spunkmeyer, empecé a descender los peldaños con la linterna en una mano y el revólver en la otra…