TRANSLATE:

viernes, 8 de febrero de 2019

SAGA KICK ASS - MARK MILLAR & JOHN ROMITA JR.

TÍTULO: Kick-Ass
VOLÚMENES:
  1. Kick- Ass
  2. Hit-Girl (precuela de Kick-Ass 2)
  3. Kick-Ass 2
  4. Kick-Ass 3
AUTOR: Mark Millar & John Romita Jr.
EDITORIAL: Panini Comics
AÑO: 2010-2015
GÉNERO: Cómic

"¿Alguna vez has querido ser un superhéroe? ¿Soñabas con ponerte una máscara y salir ahí fuera a pegar una paliza a los malos? Bueno, pues este cómic es para ti. ¡El cómic que empieza allá donde otros sólo se atreven a llegar! Si te lo pierdes, debes de ser idiota".

Mark Millar, un tipo brillante, un guionista al que si dejas libre, es capaz de traspasar los límites que se han concebido y que puedas imaginar. Un escocés con un punto irreverente y provocador, pero con ese toque de creatividad que, en ocasiones, echamos de menos en el mundo del cómic. Un autor consagrado que ha trabajado para las grandes editoriales (Marvel y DC), que ha visto como sus obras eran adaptadas al cine, que ha escrito historias protagonizadas por personajes icónicos como Lobezno o Superman (por cierto, muy recomendable su "Superman: hijo rojo"), realizando notables incursiones en La Liga de la Justicia, X-Men o Vengadores, pero que también ha sido capaz de cosechar éxito de público y crítica con cómics más personales como "Superior", "Nemesis", "Wanted" y, cómo no, la espectacular saga de "Kick-Ass".


No sé si es la mejor creación de Mark Millar, pero la he disfrutado mogollón, desde la aparición de su primera entrega en 2010, hasta el colofón final de "Kick-Ass 3", ya en 2015. La premisa es sencilla, ¿qué pasaría si un día alguien decide comprar por eBay un traje de neopreno verde, ponerse una máscara, agarrar un par de palos y salir a la calle a hacer de superhéroe? Y si, además, ese alguien es un estudiante de secundaria que se sabe frases enteras de Batman y recuerda con todo lujo de detalles viñetas del héroe de Gotham, que no sabe artes marciales, no es especialmente fuerte o atlético... vamos, que ni tiene poderes, ni posee formación en combate de ningún tipo. Pues ese chaval, llamado Dave Lizewski, es nuestro héroe: Kick-Ass (traducido vendría a ser algo así como "Pateador de culos").

Si eso ya es una locura (no es la primera vez que se puede ver en cómic, Alan Moore ya lo hizo antes, aunque de manera menos salvaje), la enajenación sube exponencialmente cuando surgen imitadores de Kick-Ass y, de pronto, New York se llena de hombres y mujeres embutidos en llamativos trajes que patrullan las calles como si fueran superhéores, ayudando y protegiendo al prójimo. Delirante, a cuál tiene un nombre más curioso o un atuendo más friki... Sin embargo, el clic definitivo en la vida de Kick-Ass se produce cuando Big Daddy (podría ser The Punisher sin problemas) y Hit-Girl se cruzan en su camino y pasa, por así decirlo, de rescatar gatitos a verse las caras con bandas organizadas de criminales. El plomo, las explosiones, los filos cortantes, la sangre y la muerte empiezan a formar parte de su día a día. Ah y todo ello aderezado con la difusión mediática instantánea que comportan las redes sociales, para mal y para bien, como podrá comprobar Kick-Ass en sus propias carnes: la fama tiene un precio.

No son cómics para estómagos flojos, ni para personas con sangre de horchata. Si no te gusta el cine de Quentin Tarantino, no leas a Millar. Si se te va a atragantar ver tripas desparramadas sin compasión, olvídate de "Kick-Ass". Si te vas a escandalizar porque una niña es capaz de rebanar una cabeza con una katana sin pestañear, aléjate de estos cómics. A los que ya conocen a Millar, todo esto no les pillará de nuevo porque es un autor con mucha facilidad para la violencia, tanto física como verbal, pero el mérito radica en que no parezca gratuita, él la concibe como parte indispensable de sus historias (de ahí el símil anterior con Tarantino).


El concepto de superhéroe convencional no existe, aquí no vamos a encontrarnos con un Capitán América al uso, no. En "Kick-Ass" estamos hablando de justicieros, lo cual siempre genera un debate ético y moral sobre su autoridad y los métodos que utilizan para impartir justicia. Nada nuevo tampoco, no hay más que ver la relación que mantiene Batman con las personas que consideran que él es el culpable de los bichos raros que habitan Gotham o sus altibajos con una policía que no siempre aprueba su modus operandi. Una situación similar nos encontraremos también en "Kick-Ass", reflejada en el entorno familiar de Hit-Girl y la relación que mantiene con su padrastro, un oficial de policía de New York que conoce su identidad secreta. Huelga decir que, como sucede en Gotham, aquí también parte del cuerpo de policía está corrompido, con las manos sucias y en estrecho vínculo con la mafia.

Otro punto fuerte de "Kick-Ass" es el hecho de que no se centre únicamente en la vida del alter ego de los protagonistas. Millar opta por dar casi el mismo peso a la vida cotidiana, así que asistiremos a los problemas típicos de un adolescente: la relación con los padres, los conflictos en el instituto, las primeras citas, el descubrimiento del sexo, sus amistades y hobbies... y, por supuesto, cómo encajar todas esas cosas con sus actividades clandestinas como superhéroe. Además, una cosa es ponerse un traje, flipar en colores y salir a la calle creyéndote alguien y otra muy distinta el día que un tipo te saca un navaja o alguien te apunta con una pistola... porque no olvidemos que estamos hablando de un adolescente que se hace llamar Kick-Ass, que no posee poder alguno, ni conocimiento de técnicas de combate y que va armado con dos simples palos forrados de cinta verde.

"Kick-Ass" está repleta de guiños a muchas de las historias de superhéroes que has leído, tanto de Marvel como de DC, pero también a series y películas. Las referencias son muy claras, fácilmente reconocibles y eso termina por generar cierta complicidad con el lector. Mark Millar es perro viejo y se las sabe largas, muy largas, y acaba ofreciendo un producto muy suyo que hará las delicias de sus incondicionales, al mismo tiempo que sus detractores seguirán achacándole los mismos defectos de siempre. Que sí, es cafre, bruto, excesivo, malhablado y sanguinario, sí, totalmente... pero a mí me divierte. Además, considero que detrás de todos esos ingredientes made in Millar, hay bastante más que violencia porque sí.


Dejadme añadir, antes de terminar, que "Kick-Ass" se disfruta, más allá de las vueltas de tuerca y golpes de efecto de Millar, gracias al espectacular dibujo del gran John Romita Jr. Si el guión ya es trepidante y rebosa humor, acción y sangre (para qué negarlo), las viñetas de Romita Jr. acompañan y engrandecen la historia, además de otorgarle una percepción casi cinematográfica. De acuerdo, no es el mejor trabajo de Romita Jr., pero lo cierto es que el dúo formado por el escocés y el neoyorkino es brillante y se nota el alto grado de entendimiento alcanzado por ambos, fruto de una química especial que los ha hecho caminar de la mano desde el principio en una simbiosis perfecta.

Por resumir muy mucho: si lo pasaste bien viendo "Deadpool", si además de flipar con las escenas de acción y reírte con las jugosas bromas, te gustó el guión y el desarrollo de la película, entonces ya estás tardando en hacerte con la obra de Millar & Romita Jr., porque, además, el desenlace de "Kick-Ass 3" es memorable y está a la altura de toda la saga.

VALORACIÓN: 8/10