AUTOR: Ben Harper
AÑO: 2011
ESTILO: Rock n' roll - Blues
SELLO: Virgin
Para ser justo debería empezar diciendo que Ben Harper es mi músico de culto, de aquellos para escuchar en la intimidad y que me cuesta compartir por aquello de quererlo sólo para ti, como si fuera un tesoro escondido que no puede enseñarse a cualquiera. Así que mi opinión puede no ser del todo imparcial.
La primera vez que escucho a Ben Harper es 1997, en aquel año el músico de California había publicado "The will to live" y la voz y el sentimiento con el que canta, despiertan mi curiosidad. El disco, no sé si el mejor de Ben Harper o no, pero al que yo le tengo un cariño especial, suena brutal, variado, tan poderosamente eléctrico como intimista y esa voz, casi un instrumento más, resulta magnética.
Desde entonces, he seguido fielmente a Ben Harper y tengo toda su discografía, que arranca en 1994 con "Welcome to he cruel world". Casi 20 años de carrera, una cifra ya respetable, en la que el cantante ha mostrado una polivalencia musical que le ha llevado a pasar por el folk, el rock, el blues, el soul, el rhythm and blues e incluso gospel y, como consecuencia de ese amalgama de estilos, se ha rodeado de diferentes bandas o músicos como The Innocent Criminals, Blind Boys of Alabama, Relentless 7 o del mítico Charlie Musselwhite, entre otros. Esa inquietud y necesidad de buscar, renovar o acercarse a diferentes estilos tiene cierta lógica y coherencia si tenemos en cuenta que por las venas de Ben Harper corre sangre afroamericana, india cherokee y ruso-judía.
"Give till it's gone" es el décimo álbum de estudio de Ben Harper, acompañado por los Relentless 7 (Jason Mozersky, Jesse Ingalls & Jordan Richardson) y, como todos los anteriores, necesita ser escuchado en profundidad porque con cada nueva escucha iremos descubriendo nuevos detalles y matices. A ser posible, ponte los cascos y regálate sus once pistas, con calma.
Por suerte, un poco más adelante llegará la tormenta, limpiando heridas. Libertad arrolladora y soplo de aire fresco con la atronadora y pegadiza "Rock & roll is Free", un homenaje inspirado en Neil Young en el que predominan las guitarras. El de toda la vida, sí, desatado, eléctrico, ese rock & roll que te empuja y sacude.
Pero si una canción, a mi parecer, está por encima de todas y la pondría en un Top10 de las canciones de Ben Harper es "Pray that our love sees the dawn". Cada vez que la escucho... podéis llamarme sentimental, corderito o lo que se os ocurra, pero me emociona y si cierro los ojos, bueno, simplemente me parece una canción preciosa, hipnótica, de aquellas que no debería terminar nunca.
Como curiosidad, Ringo Starr aparece en el disco, para ser más exacto en dos temas, "Spilling Faith" y "Get there from here".
No es su mejor disco, pero eso siempre es cuestionable y subjetivo. Si buscas por ahí cuál es el mejor disco de Ben Harper, cada uno te dirá uno distinto, con algunos coincidirás y con otros no, pero si yo tengo que mojarme... me quedo con tres: "Fight for your mind", "The will to live" y "White lies for dark times".
En definitiva, si no habéis descubierto todavía a Ben Harper, os animo a hacerlo, porque creo que es uno de los mejores artistas del panorama musical actual y no deberíais perder la ocasión de escuchar sus canciones y conocer su voz.
VALORACIÓN: 8/10
La primera vez que escucho a Ben Harper es 1997, en aquel año el músico de California había publicado "The will to live" y la voz y el sentimiento con el que canta, despiertan mi curiosidad. El disco, no sé si el mejor de Ben Harper o no, pero al que yo le tengo un cariño especial, suena brutal, variado, tan poderosamente eléctrico como intimista y esa voz, casi un instrumento más, resulta magnética.
Desde entonces, he seguido fielmente a Ben Harper y tengo toda su discografía, que arranca en 1994 con "Welcome to he cruel world". Casi 20 años de carrera, una cifra ya respetable, en la que el cantante ha mostrado una polivalencia musical que le ha llevado a pasar por el folk, el rock, el blues, el soul, el rhythm and blues e incluso gospel y, como consecuencia de ese amalgama de estilos, se ha rodeado de diferentes bandas o músicos como The Innocent Criminals, Blind Boys of Alabama, Relentless 7 o del mítico Charlie Musselwhite, entre otros. Esa inquietud y necesidad de buscar, renovar o acercarse a diferentes estilos tiene cierta lógica y coherencia si tenemos en cuenta que por las venas de Ben Harper corre sangre afroamericana, india cherokee y ruso-judía.
"Give till it's gone" es el décimo álbum de estudio de Ben Harper, acompañado por los Relentless 7 (Jason Mozersky, Jesse Ingalls & Jordan Richardson) y, como todos los anteriores, necesita ser escuchado en profundidad porque con cada nueva escucha iremos descubriendo nuevos detalles y matices. A ser posible, ponte los cascos y regálate sus once pistas, con calma.
Su arranque con "Don't give up on me now" es seductor, el medio tiempo, la guitarra suave, una letra a camino entre la pérdida y la esperanza, tan suplicante y desesperada como sólo puede cantarla Ben Harper hasta el punto de erizarte el vello. ¿Y luego qué? luego termina por partirte por la mitad con un desgarradora "I will not be broken", que es sencillamente maravillosa y donde la voz del californiano alcanza tonos que si no logran emocionarte, es porque tu corazón ha dejado de sentir.
Por suerte, un poco más adelante llegará la tormenta, limpiando heridas. Libertad arrolladora y soplo de aire fresco con la atronadora y pegadiza "Rock & roll is Free", un homenaje inspirado en Neil Young en el que predominan las guitarras. El de toda la vida, sí, desatado, eléctrico, ese rock & roll que te empuja y sacude.
Pero si una canción, a mi parecer, está por encima de todas y la pondría en un Top10 de las canciones de Ben Harper es "Pray that our love sees the dawn". Cada vez que la escucho... podéis llamarme sentimental, corderito o lo que se os ocurra, pero me emociona y si cierro los ojos, bueno, simplemente me parece una canción preciosa, hipnótica, de aquellas que no debería terminar nunca.
No es su mejor disco, pero eso siempre es cuestionable y subjetivo. Si buscas por ahí cuál es el mejor disco de Ben Harper, cada uno te dirá uno distinto, con algunos coincidirás y con otros no, pero si yo tengo que mojarme... me quedo con tres: "Fight for your mind", "The will to live" y "White lies for dark times".
En definitiva, si no habéis descubierto todavía a Ben Harper, os animo a hacerlo, porque creo que es uno de los mejores artistas del panorama musical actual y no deberíais perder la ocasión de escuchar sus canciones y conocer su voz.
VALORACIÓN: 8/10
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