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lunes, 1 de julio de 2024

EL BUSCÓN EN LAS INDIAS

TÍTULO: El Buscón en las Indias
AUTOR: Juanjo Guarnido y Alain Ayroles
EDITORIAL: Norma Editorial
AÑO: 2019
GÉNERO: Cómic

"Cuatro siglos después, conocemos el desenlace de una de las cumbres literarias del Siglo de Oro.
Sinvergüenza, poco fiable y, pese a todo, entrañable, don Pablos de Segovia nos ofrece el relato de sus aventuras picarescas en la España del Siglo de Oro y en esas Américas que entonces aún se conocían como las Indias. A veces miserable y otras acaudalado, ora halagado, ora despreciado, sus tribulaciones lo llevarán desde los bajos fondos hasta los palacios, de las cumbres andinas a los meandros de la Amazonia, para llegar hasta aquel lugar mítico en el que cristalizan todos los sueños del Nuevo Mundo: ¡El Dorado!".

Allá por 1626, Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, el irrepetible e irreverente Quevedo, publicaba la "Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños", más conocida como "La vida del Buscón". Aquella novela -referente de la picaresca y de la sátira castellana- narraba con ingenio y pluma magistral las andanzas de don Pablos de Segovia, un pobre hombre obsesionado con ascender socialmente, amasar fortuna y codearse con la nobleza cortesana y caballaresca... aunque su obsesión rara vez daba sus frutos y era desenmascarado una y otra vez. Sus ambiciones le llevaron a recorrer Madrid, Toledo y Sevilla, para terminar embarcándolo rumbo a las Indias.


Y es precisamente en las Indias (ese gran capítulo de nuestra Historia), concretamente en Perú y más exactamente  todavía en los calabozos del alguacil de la ciudad, donde arranca el cómic y donde nos encontramos con un don Pablos de Segovia convertido en un vagabundo solitario, demacrado, agonizante, envejecido y en los huesos que parece haber perdido la cabeza. Así comienza "El Buscón en las Indias", una suerte de segunda parte inspirada en la novela de Quevedo que mencionaba en el párrafo anterior. Alain Ayroles y Juanjo Guarnido han querido rendir homenaje a una de las obras más preeminentes de la literatura española y a uno de los más renombrados exponentes del prolífico e irrepetible Siglo de Oro español.


No era una tarea sencilla, tal vez incluso fuera un tanto pretenciosa, pero lo cierto es que, una vez terminada -y degustada- su lectura, debo decir que "El Buscón en las Indias" es un cómic muy disfrutable, con un guión repleto de giros, aventuras, expediciones, reflexiones, una calidad gráfica sobresaliente, alguna crítica a aquel tiempo y un final de lo más sorprendente. El homenaje está a la altura y me atrevo a decir que incluso al propio Quevedo le hubiese encantado, pues sabe mantener intactos la personalidad y los deseos originales de don Pablos; la historia desprende ese viejo aroma de novela picaresca a la hora de seguir narrando el ascenso/descenso del protagonista, al que su sino parece perseguir por mucho que intente darle esquinazo.

Que una obra escrita hace casi 400 años (año arriba o abajo porque circularon diferentes impresiones de la novela de Quevedo) pueda trasladarse así, en forma de sentida continuación al cómic con semejante grado de frescura, entretenimiento, riqueza y goce visual es algo maravilloso.


Guarnido... caviar. La variedad de personajes y sus expresiones, los paisajes montañosos andinos, la frondosa y húmeda jungla amazónica, la fauna autóctona, la corte española con sus vestuarios y peinados, la arquitectura -tanto colonial como castellana y palaciega-, el cuidado por los más mínimos detalles, los juegos con la luz, la elección de los colores... Juanjo Guarnido lo borda, de veras, es una obra de arte como pocas había visto hasta ahora. Tampoco es que esperara menos de él, no es un advenedizo y su exquisito trabajo en "Blacksad" ha recibido más de un merecido aplauso, pero en "El Buscón en las Indias", en mi opinión, riza el rizo. Encima se permite jugar con el público lector e invitarlo a encontrar similitudes entre los rostros de algunos de los personajes que pueblan las páginas del cómic con sus "gemelos" en la vida real. 


Y ¿ante tamaña demostración de poderío gráfico, el guión es capaz de sobrevivir? pues sí, rotunda y absolutamente sí, la narración de Ayroles se enriquece, se fortalece y se nutre de las láminas de Guarnido (si bien es cierto que, en contadas ocasiones, las ilustraciones se expresarán por sí solas y nosotros solo tendremos que procurar que la baba no manche las páginas del cómic).

Sobre Alain Ayroles admito que no había leído nada, ha sido mi primer contacto con él y también debo quitarme el sombrero. El guión tiene fuerza, se teje con paciencia, pero fluye a buen ritmo y se nota que detrás hay un gran esfuerzo para que resulte sólido. La historia, como la original de Quevedo, está dividida en tres partes y si bien al inicio se cuece a fuego lento y en base a los desvaríos de don Pablos -haciendo perder la poca paciencia del alguacil-, cuando lleguemos a su tramo definitivo nos veremos asaltados por una narración trepidante y fascinante que nos conducirá, con pinceladas de humor negro y algo de inquietud, hasta el clímax. Ah, conviene recordar que Ayroles es francés y que el cómic está narrado en el castellano correspondiente a la época, otro punto a favor del galo.


Estad preparados para amar y odiar a don Pablos de Segovia, el auténtico protagonista de "El Buscón en las Indias", un personaje detestable a la par que encantador, un ladronzuelo sin escrúpulos, pero con una especie de código moral, un cobarde que todavía conserva algo de valor en su interior, un sinvergüenza que, a pesar de todo lo que le veremos hacer y decir, se ganará un rinconcito en el corazón de los lectores y de las lectoras.

Finalmente, es de recibo felicitar a Norma Editorial por el formato y la esmerada presentación de "El Buscón en las Indias", una obra de esta magnitud necesitaba una edición de lujo.

VALORACIÓN: 9'5/10

lunes, 20 de mayo de 2024

SHERLOCK HOLMES SOCIETY - CORDURIÉ & VARIOS ARTISTAS

TÍTULO: Sherlock Holmes Society (1 y 2)
AUTOR: Sylvain Cordurié, Stéphane Bervas, Eduard Torrents, Alessandro Nespolino et Ronan Toulhoat
EDITORIAL: Yermo Ediciones
AÑO: 2016
GÉNERO: Cómic

"De 1891 a 1894, Sherlock Holmes simuló haber muerto durante su enfrentamiento con James Moriarty en las cataratas de Reichenbach. Ahora, tras haberse enfrentado a los casos más extraños de su carrera, se ha establecido de nuevo en Londres para ayudar a Scotland Yard a detener a un imitador de Jack el Destripador, y a su hermano Mycroft a detener una epidemia altamente contagiosa que ha arrasado un pueblo de Irlanda del Norte".

Sherlock Holmes, sin duda el detective privado más famoso de todos los tiempos, un personaje que ha sobrevivido al paso de los siglos, de las modas, de las generaciones, de las adaptaciones y de los más exhaustivos análisis y debates alrededor de su figura. Sherlock Holmes es EL DETECTIVE, sí, con mayúsculas; sin miedo a equivocarme, me atrevo a afirmar que me parece muy poco probable que el mundo de la literatura detectivesca sea capaz de dar a luz otro personaje tan brillante e imperecedero.

Corría el año 1887 cuando Sir Arthur Conan Doyle creaba a Sherlock Holmes y lo ponía al frente de la investigación del misterioso caso "Estudio en escarlata", acompañado, cómo no, de su inseparable compañero -y contrapunto-, el Dr. Watson. 56 relatos y 4 novelas después, la última aparición del detective inglés tendría lugar en 1927, en la colección de relatos que llevó por título "El archivo de Sherlock Holmes". Luego, evidentemente, llegaron -con mayor o menor acierto- las películas, las series, los cómics, etc., y el viejo Sherlock supo mantenerse fresco, en forma y revitalizado a pesar de haber transcurrido más de 130 años desde su nacimiento.

Curiosamente, aunque la carrera literaria de Conan Doyle fue prolífica, escribiendo un buen número de libros que incluían relatos de ciencia ficción, novela histórica, teatro o poesía, toda su obra quedó eclipsada por la colosal sombra de Sherlock Holmes. Y es que la relación del autor con su inmortal creación no siempre fue un camino de rosas; el furor que causó entre los lectores y la presión popular lo llevaron a un punto de desgaste creativo tal que, aun sabiendo que su decisión iba a levantar ampollas, resolvió "matar" al detective en un definitivo enfrentamiento con su némesis, James Moriarty, en las cataratas de Reichenbach, narrado en "El problema final" (publicado en 1893).


Precisamente, es unos años después de ese momento crucial donde nos sitúa el cómic de Sylvain Cordurié. En "Sherlock Holmes Society" el famoso detective ha vuelto a las calles de Londres junto a su querido Dr. Watson para colaborar con Scotland Yard: alguien está haciéndose pasar por Jack el Destripador en el barrio de White Chapel. Pero ese supondrá solamente un punto de partida, por así decirlo, la presentación en sociedad de Sherlock, su rentrée, porque enseguida será su hermano Mycroft el que demande su ayuda para investigar un extraño caso de epidemia que se ha desatado en un pequeño pueblo de Irlanda del Norte. El primer volumen de "Sherlock Holmes Society" contiene los números "El caso Keelodge" y "Negras son sus almas", ambos relacionados mucho más allá de lo que hasta el infalible detective hubiera podido llegar a sospechar.

El segundo volumen, compuesto por los números "In nomine Dei" y "Contaminación", permitirá que asistamos al cierre del primer gran arco argumental cuando, una vez desenmascarado el responsable del episodio de Keelodge, correrá peligro la propia vida Holmes, la de Watson e incluso la de todos sus allegados. El caso, que salpicará a la alta sociedad victoriana, terminará por poner en jaque el destino de la mismísima Londres; ¿será Sherlock Holmes capaz de contener la amenaza?


Sylvain Cordurié no es un neófito en el tratamiento del afamado detective británico, varios son los títulos ya publicados por Yermo Ediciones con guión del francés y este ha llevado a Sherlock Holmes a medirse con vampiros o a conocer los horrores que encierra el Necronomicon. Su pasión por el personaje es a prueba de balas y eso se traduce en unos guiones en los que empuja a Holmes & Watson a escenarios menos habituales para tratar de dotar de cierta originalidad las tramas. Claro está, eso nos aleja del Holmes arquetípico y nos presenta a otro más aventurero; además, le dota de suficiente arrojo y habilidad como para medirse físicamente a casi cualquier rival. Veremos a Sherlock convertido, en ocasiones, en un auténtico hombre de acción e incluso podremos asistir a un curioso momento de -si se me permite la expresión- "batmanización" del Holmes cuando haga uso de distintos prototipos de armaduras y armas.


Puede que "Sherlock Holmes Society" no entusiasme a los más puristas, no hallarán complejos enigmas y acertijos, no se encontrarán con la versión más brillante e intelectual del detective, pero, a cambio, podrán disfrutar de una trama más fantasiosa y oscura y conocer a un Sherlock Holmes más vulnerable y humano. El ritmo narrativo es trepidante, los acontecimientos se suceden sin dar respiro y la trama crece, adquiriendo tintes épicos, hasta proporciones insospechadas... cuando uno concluye la lectura y piensa dónde empieza la primera historia y dónde termina el ciclo, el recorrido es abrumador y, a pesar de ello, Cordurié sortea el reto con habilidad y mano firme.

En cuanto al apartado gráfico, los cuatro capítulos que incluyen estos dos volúmenes de "Sherlock Holmes Society" están protagonizados por cuatro dibujantes distintos. Eso, como ha pasado en otras series, puede suponer un riesgo porque, aunque se pretende dar cierta homogeneidad en su conjunto, cada ilustrador posee su estilo propio y resulta imposible que todos estén al mismo nivel. Visualmente he disfrutado más del primer volumen, me parece más sólido, y, si tuviera que elegir (y no es por ser patriótico), me quedaría con las ilustraciones del barcelonés Eduard Torrents. Finalmente, el uso de los colores sí me parece acertado y también está muy conseguida la ambientación del Londres victoriano, con especial mención a los bajos fondos.


En definitiva, un nuevo y apoteósico caso para el eterno Sherlock Holmes que no pasará a la historia, pero que sí os enganchará hasta conocer su final... Ah, lo olvidaba, atentos al pedazo de personaje que sumará sus fuerzas e ingenio a las del tándem Holmes-Watson.

VALORACIÓN: 7/10

miércoles, 8 de mayo de 2024

CRÓNICAS DE RONCESVALLES - JUAN LUIS LANDA

TÍTULO: Crónicas de Roncesvalles
    1. La leyenda de Roldán
    2. Munjoie!
AUTOR: Juan Luis Landa
EDITORIAL: Yermo Ediciones
AÑO: 2021
GÉNERO: Cómic

"778. Carlos el Grande, conquistador de los reinos germánicos y protector de la iglesia de Roma, necesita establecer la Marca Hispánica al sur de los Pirineos para contener el ímpetu arrollador del imperio islámico. Las tropas del monarca más poderoso que el ejército franco haya conocido se dirigen a Zaragoza para tomar posesión de la gran ciudad del norte hispánico, tal y como se le había prometido, pero una vez allí se encontrará con lo inesperado...".

Me gusta la Historia, estudié la carrera y la consumo siempre que puedo en todos los formatos posibles: libros, documentales, películas, series, podcasts, conferencias y, cómo no, cómics. El descubrimiento ya hace algunos años de Yermo Ediciones -con el permiso también de Ponent Mon- fue como encontrar un cofre del tesoro; su catálogo es amplio y variado y posee un buen número de publicaciones de temática histórica, entre otras. Después de haber disfrutado de títulos tan interesantes como "En los confines del mundo", "Apóstata", "Los caminos del Señor" o "La cara oculta de la Luna", no podía dejar pasar estas "Crónicas de Roncesvalles" de Juan Luis Landa.


No había leído, hasta la fecha, ninguna obra guionizada por Landa, pero me había encantado su trabajo como ilustrador en "Arthus Trivium" (publicado por Norma), una serie histórica de aventuras protagonizada por el célebre Nostradamus y sus discípulos. Esperaba, de antemano, encontrarme con la misma calidad gráfica, pero planteaba un enigma su faceta como narrador. El proyecto era ambicioso porque Landa se había lanzado a por un episodio conocido por muchos, pero casi más de oídas que en profundidad; una batalla fundamental que tuvo lugar en Euskal Herria, concretamente en Roncesvalles (Navarra), y en la que las huestes de Carlomagno mordieron el polvo. Aquel enfrentamiento, siglos después, dio origen al cantar de gesta "La Chanson de Roland", obra casi fundacional de la literatura francesa y uno de los poemas épicos más trascendentales de la Historia.

Resumiendo mucho y para no chafar a nadie la lectura del cómic, el emperador franco Carlomagno entró en la Península Ibérica en el verano del año 778 inmerso en una campaña que pretendía propagar su ferviente cristiandad, frenar el ímpetu musulmán y, de paso, acrecentar el poder e influencia del emperador conquistando nuevos territorios. Su llegada a través de los Pirineos respondía a una llamada de auxilio por parte de los sarracenos que pretendían sublevarse contra el emir de Córdoba; a cambio de su ayuda militar, le entregarían la ciudad de Zaragoza... pero aquello no sucedió. Carlomagno se sintió engañado y sitió Zaragoza, pero, tras un mes de largo e infructuoso asedio, el emperador se retiró con intención de volver al corazón de su imperio para sofocar una revuelta sajona. Molesto y herido en su orgullo, a su paso por Pamplona, arrasó sus murallas y destruyó buena parte de la ciudad, pero tal afrenta no quedaría impune y su ejército terminaría siendo emboscado por los vascones en los densos bosques de hayas de Roncesvalles.


Entonces, ¿quién es el tal Roldán del poema? Cierto es que Carlomagno es una figura nuclear y preponderante en la Historia de Europa y que Roldán fue poco más que un noble y aguerrido caballero, comandante del ejército franco, pero su vida y sus acciones se convirtieron en leyenda con la publicación, siglos más tarde, de "La Chanson de Roland". Con el transcurso del tiempo, aquel poema medieval se fue embelleciendo y agrandando, dando origen al mito y la épica acrecentó todavía más la figura de aquel guerrero, dotándolo de un aura casi heroica en la que aparecía desafiando a cualquier enemigo mientras hacía bramar su olifante (instrumento de viento tallado en cuerno de elefante), armado con su fiel espada Durandal.

Pero el resto de acontecimientos que acompañaron al emperador y al caballero en sus andanzas por el norte peninsular... deberéis descubrirlo vosotr@s.

"Crónicas de Roncesvalles" está dividido en dos tomos, comenzando con la violenta cristianización de los paganos sajones y concluyendo con la famosa batalla en suelo navarro. Por el camino vamos a ir descubriendo la ambiciosa y fuerte personalidad de Carlomagno, la fogosidad guerrera de Roldán, las taimadas intenciones de un buen puñado de nobles francos o la creciente rivalidad entre dos religiones que pujan por expandir su dominio político y cultural. Estamos en un momento clave en Europa, el pasado romano y godo está dando sus últimos coletazos, el papado ha puesto toda su fe en Carlomagno y el Islam domina buena parte de la Península Ibérica, amenazando con alcanzar la frontera natural pirenaica. Landa logra dar cabida a todas esas tramas sin atiborrar el cómic de información en forma de interminables diálogos, sucede sin más, de manera bastante natural y siempre bien sustentando por unas ilustraciones hermosas, poderosas y luminosas.

No es un cómic histórico en el sentido más estricto de la palabra -creo que tampoco lo pretende-, pero sí hunde sus raíces en "La Chanson de Roland" y, por lo tanto, narra unos hechos históricos verídicos que Landa adereza sabiamente con pinceladas de mitología vasca y fantasía heroica. Además, el cómic es una auténtica epopeya lo mires por donde lo mires y la rebosante épica termina empapando inevitablemente toda la obra en su conjunto, atrapándote en su lectura y sumergiéndote en sus maravillosas ilustraciones. Y es que, tanto narrativa como visualmente, estamos ante dos volúmenes dignos de la mejor novela de caballería.

Esa combinación entre historia y leyenda permite que la lectura de las "Crónicas de Roncesvalles" avance con fluidez, casi de manera tan intrépida como el temperamento del propio Roldán, por lo que no resulta complicado seguir el entramado político-religioso que subyace como trasfondo ni tampoco acaba uno perdiéndose entre tantos personajes (necesarios, por otra parte). La corte de Carlomagno, alguno de los oficiales de su ejército, los musulmanes y los nobles navarros transitan con familiaridad por las páginas de Landa, dando consistencia a una narración que corría el riesgo de volverse farragosa. Para ello, el autor se sirve de un viejo monje, que, en palabras del propio Carlomagno, será quien escriba las crónicas de la campaña en la Hispania Musulmana.

Mención aparte merece el trabajo de Landa con los pinceles. Como decía al principio, descubrí al autor en "Arthus Trivium" y ya quedé gratamente sorprendido, pero considero que en las "Crónicas de Roncesvalles" sitúa el listón, aunque sea por poco, todavía más alto. Todo, absolutamente todo resulta un regalo para la vista: los ropajes, las armaduras, los paisajes naturales, las imponentes fortalezas, los diferentes animales, la expresividad de los rostros, el uso intencionado de los colores, la brutal iluminación de las viñetas, la generosidad en los detalles... El apartado gráfico se convierte en un elemento narrativo adicional que, no solamente apoya a un guión que sabe defenderse por sí mismo, sino que, además, aporta una puesta en escena tan potente que, en ocasiones, no necesita ni palabras.


"Crónicas de Roncesvalles" es un cómic recomendado para todo tipo de lectores: fanáticos de la Historia, buscadores de aventuras, adictos a la épica, amantes de las grandes ilustraciones... En resumen, un sobresaliente trabajo de Juan Luis Landa.

Finalmente, os dejo el enlace a la página web del autor: www.juanluislanda.com

Que resuenen las txalapartas...

VALORACIÓN: 9/10

martes, 27 de junio de 2023

MANOWAR - THE KINGS OF METAL

Manowar es una de las bandas más icónicas de la historia del heavy metal, eso es algo que no se les puede negar; por supuesto, si solamente tuviéramos en cuenta la opinión que tienen de ellos mismos, podría afirmarse sin ningún atisbo de duda que estamos ante el grupo más importante, grande, ruidoso y épico de todos los tiempos... por algo son los KINGS OF FUCKING METAL.


La banda nace en 1980 en Auburn (NY) de la mano del inigualable, para lo bueno y para lo malo, Joey DeMaio y desde el primer momento tienen claro el enfoque y la temática que quieren dar tanto a sus letras como a su sonido: sangre, acero, fuego, batallas y muertes protagonizadas por reyes, guerreros, hechiceros y dragones, en la que se ensalzan siempre la fuerza, el honor y la valentía. Resumiendo: testosterona en estado puro. Todo ello aderezado por algunas introducciones sinfónicas, la presencia de coros solemnes y, de vez en cuando, sonidos de choque de espadas o gritos de batalla. Es marca de la casa, es Manowar y no hay nadie que suene igual ni alcance sus cotas de epicidad.

Cierto es que su argumentario puede llegar a resultar repetitivo y que uno tiene la sensación de haber escuchado ya todo lo que debía escuchar de Manowar, así que sus últimos discos han ido perdiendo originalidad, consistencia y calidad porque todo se parece demasiado -aunque peor- a lo que grabaron en los años 80. Se les acusa de tener un diccionario que alberga pocas palabras y por eso sus letras están repletas de "blood", "steel", "warriors", "power", "kill", "metal" y alguna más. No les falta parte de razón a sus detractores, pero eso no fue siempre así, aunque ahora pequen de una alarmante falta de creatividad.

Manowar debuta en 1982 con "Battle Hymns", un disco contundente que dejaba muy claro cuál iba a ser el sello de la banda, un estilo al que se han mantenido fieles durante cuarenta años. Esa década de los 80 supone una época gloriosa para Manowar: alcanzan cotas altísimas de éxito, acumulan legiones de fans y viven su etapa discográfica más prolífica, llegando a su cénit en 1988 cuando lanzan el poderoso y extraordinario "Kings of Metal".


Y allí estaba yo, un verano de finales de aquellos años 80, sumergiéndome en la fantasía épica descubriendo a Manowar al tiempo que abría las puertas al universo de la Dragonlance... amig@s, nunca olvidaré la primera escucha de "Kingdom Come" que incluía el mencionado "Kings of Metal". Este es el disco por antonomasia de Manowar, el que forja la leyenda, el que establece definitivamente su sonido y el que consolida a una banda idolatrada por una horda fiel de seguidores. Y Manowar se lo cree, Manowar desenfunda el acero, reclama sangre y proclama a los cuatro vientos que son los reyes del metal y que "if you're not into metal, you are not my friend". Y claro, un ego tan grande acaba generando ciertas controversias con medios de comunicación, críticos, organizadores de festivales, problemas legales y alguna que otra polémica con miembros de la formación. Y es que Manowar cumple con todos los requisitos preestablecidos por los tópicos masculinos más ochenteros: mujeres, alcohol, sexo, motos y olor a gasolina... nada que sus acérrimos fans no pudieran perdonar.

Después del apabullante "Kings of Metal", hay un segundo disco emblemático: "The Triumph of Steel" (1992), para mí la otra obra cumbre de Manowar, que incluye un tema inicial dividido en ocho actos que explica el auge y caída de Aquiles en algo más de 28 minutos; nunca había escuchado nada igual. Después aún publicarían un muy buen disco, por lo menos a mí siempre me ha gustado, "Louder than Hell" (1996) y entonces llegaría el ocaso de la banda y la evidente falta de originalidad que antes mencionaba. Hay tres álbumes más en su discografía, pero salvo el "Gods of War" (2007) en el que se introducen en el universo de la mitología nórdica y que tiene algunos temas realmente buenos, la banda ha mostrado una alarmante falta de ideas que les ha empujado a remezclar, relanzar, regrabar y remasterizar sus discos. Lo dicho, a Manowar se le está acabando la energía por mucho que sigan sacando pecho y consideren que aún ostentan el trono y la corona del metal.


No quiero ya entrar a analizar los últimos y flojos EPs "The Final Battle" y "Highlight of The Revenge of Odysseus", un intento bastante bizarro de aproximación a la Odisea que destrozaría el corazón de Homero; a veces es mejor dejarlo antes de empezar a rozar el ridículo.

Sea como fuere, con su grandeza y sus miserias, Manowar es una banda única que ha desarrollado una imaginería propia, que ha ejercido y sigue ejerciendo una influencia brutal en numerosos grupos metaleros y que suma seguidores en todos los rincones del mundo, especialmente en Europa. Si uno piensa en power metal, el primer grupo que le viene a la cabeza es Manowar, es más, Ross "The Boss" afirma que ellos fueron los creadores del power metal. Sus discos contienen auténticos himnos y algunas de sus canciones son sencillamente espectaculares y grandilocuentes. Manowar es una banda grandiosa e irrepetible, como lo son algunos de sus logros (los datos están extraídos de su página web manowar.com):
  • La primera banda de metal en incluir imágenes de espada y hechicería en sus letras y en las portadas de sus álbumes.
  • La única banda que grabó con Orson Welles (su vozarrón aparece en dos temas, "Dark Avenger" y "Defender").
  • Entre las primeras bandas de metal en grabar con orquesta.
  • La primera banda en diseñar y construir sus propios altavoces y guitarras.
  • La primera banda de metal en grabar en Dolby 5.1.
  • La banda más ruidosa del mundo (récord que han batido en tres ocasiones).
  • La primera banda de metal en grabar una canción en más de 18 idiomas diferentes.

Aunque algunos miembros de la banda fueron cambiando, la formación más estable y reconocible siempre ha sido, -con el permiso de Ross "The Boss"- la compuesta por Joey DeMaio al bajo, Karl Logan a la guitarra, Scott Columbus a la batería (lamentablemente, ya fallecido) y Eric Adams a la voz. Aunque, a decir verdad y sin querer restar méritos a los demás componentes, Manowar es Manowar por el bajo inconfundible y la personalidad de DeMaio y por la potencia y calidad vocal de Eric Adams, un hombre capaz de cantar el "Nessun Dorma" sin despeinarse demasiado y, al mismo tiempo, lanzar unos prodigiosos agudos.

Anunciaron que lo dejaban y parecía que la amenaza del retiro era real, pero lo cierto es que, aunque llevan desde 2012 si grabar ningún disco de estudio, han realizado varios conciertos y, de hecho, en 2023 están girando con el "Anniversary Tour"; ¿es su despedida?


Este es mi pequeño homenaje a Manowar porque, a pesar de lo crítico que haya podido ser en algunos párrafos, quiero que quede claro que es una banda capital en mi discografía y a la que sigo escuchando de vez en cuando. Y para rematar esta entrada, os dejo mi listado de canciones favoritas, algo siempre complicado porque son muchos años de Manowar y muchos temas antológicos (como siempre, el orden responde a criterios estrictamente cronológicos):
  • Battle Hymn (Battle Hymns, 1982)
  • Dark Avenger (Battle Hyms, 1982)
  • Revelation (Into Glory Ride, 1983)
  • Thor -The Powerhead- (Sign of the Hammer, 1984)
  • Sign of the Hammer (Sign of the Hammer, 1984)
  • Blood of my Enemies (Hail to England, 1984)
  • Kill with Power (Hail to England, 1984)
  • Black Wind, Fire and Steel (Fighting the World, 1987)
  • Kingdom Come (Kings of Metal, 1988)
  • Heart of Steel (Kings of Metal, 1988)
  • Hail and Kill (Kings of Metal, 1988)
  • The Crown and the Ring (Kings of Metal, 1988)
  • Blood of the Kings (Kings of Metal, 1988)
  • Achilles, Agony & Ecstasy in Eight Parts (The Triumph of Steel, 1992)
  • The Power of thy Sword (The Triumph of Steel, 1992)
  • The Gods made Heavy Metal (Louder than Hell, 1996)
  • Return of the Warlord (Louder than Hell, 1996)
  • Warriors of the World United (Warriors of the World, 2002)
  • Gods of War (Gods of War, 2007)
  • The Sons of Odin (Gods of War, 2007)
  • King of Kings (Gods of War, 2007)

DIE FOR METAL!

martes, 6 de junio de 2023

SERVIDOR DE OTROS DIOSES


Tenía la obsesiva sensación de que la interminable gruta que recorríamos se iba estrechando a cada paso que dábamos. Llevábamos una eternidad descendiendo, cada vez más y más profundo, como queriendo alcanzar el centro de la Tierra. El ambiente era sofocante, nada recomendable para alguien que padeciera de claustrofobia, y la humedad lo invadía absolutamente todo; el sudor resbalaba por mi nariz, dejando caer gotas sobre el cañón de la escopeta del 12.

Caminábamos alerta y en silencio, escuchando solamente el sonido de las pisadas de nuestras botas sobre un suelo cubierto de arena y desgastadas piedras. De vez en cuando deteníamos nuestro avance para tratar de encontrar algún rastro o escuchar algún sonido, pero yo solamente era capaz de oír mi propia respiración y de notar que el corazón estaba haciendo todo lo posible por reventar mi pecho y salir huyendo.

Por fin, después de muchos metros recorridos por las entrañas de aquella caverna atemporal, divisamos un fulgor titilante a lo lejos. A la señal del capitán Lancaster, nos movimos con todo el sigilo que pudimos reunir y nos acercamos a lo que parecía ser el final del túnel, comprobando que aquel resplandor iba ganando intensidad conforme avanzábamos. Probablemente la luz procedería de alguna hoguera o de antorchas clavadas en las toscas paredes de piedra, pero, a medida que nos aproximábamos, algo más se sumó a la creciente claridad y empezamos a percibir una especie de música siniestra. Sí, por encima del denso silencio podía escucharse claramente una enfermiza melodía que parecía emitir una flauta demoníaca.

Avanzamos despacio y sin hacer ruido hasta la abertura, sin duda estábamos llegando a nuestro destino, pero ninguno de nosotros estaba preparado para encontrarse con lo que aguardaba al otro lado.

Lo que vimos fue horroroso, pero entonces recordé que no era la primera vez que presenciaba cómo algunos hombres y mujeres se dejaban arrastrar por la locura hasta límites insospechados: unas cincuenta personas danzaban semidesnudas de manera grotesca, como poseídas, aullando alrededor de una gran hoguera que chisporroteaba con un color verduzco del todo innatural. Y justo en el corazón de aquel extraño fuego se erigía en un altar descomunal de piedra oscurecida por el humo de incontables ceremonias, aunque, lo peor de todo estaba situado sobre él…

Un grupo de niños asustados, colocados deliberadamente en círculo, yacía encima del altar con ojos llorosos y en el centro de aquel círculo macabro se contorsionaba una extraña criatura achaparrada que tocaba la flauta de un modo repugnante… era unos de los servidores de Azathoth, el Sultán del Caos. Aquel ser amorfo y tentacular era el compositor y artífice de la abominable sinfonía que estaba llegando a su éxtasis, mezclándose con los llantos de las criaturas y los enloquecidos coros de los adoradores.

Era ahora o nunca.


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